Tras un primer año exitoso con el equipo de fábrica Suzuki en el que destaca una pole position en Cataluña y doce Grandes Premios terminando entre los diez primeros, Aleix Espargaró (Team Suzuki Ecstar) llegaba a 2016 con esperanzas de encontrar la consistencia necesaria de alcanzar el podio.
A pesar de la llegada de la caja de cambios “seamless” para la GSX-RR al piloto catalán le costó encontrar su ritmo durante los primeros compases de la temporada. Dos undécimas posiciones en Qatar y Argentina antes de llegar a Austin, donde cambiaba la dinámica. En el Circuito de Las Américas terminaba quinto, un resultado que repetiría en la primera ronda europea en Jerez.
Luego cruzaba la línea de meta en sexta posición en Le Mans el día en que su compañero de equipo llevaba a la Suzuki al podio por primera vez en la categoría reina desde su regreso. En Mugello le costó encontrar el ritmo adecuado y solo pudo terminar en novena posición. Antes de llegar al GP de Cataluña las expectativas eran máximas puesto que el año anterior Espargaró había logrado la pole. Pero el fin de semana no transcurrió como el piloto catalán hubiese deseado y se veía obligado a retirarse debido a problemas técnicos.
Suzuki anunciaba que había fichado a Andrea Iannone (Ducati Team) y Álex Rins (Páginas Amarillas HP 40) para la temporada 2017 así que el mayor de los hermanos Espargaró confirmaba que el año que viene seguirá en MotoGP™ junto al equipo Aprilia Racing Team Gresini junto al actual piloto de Moto2™ Sam Lowes (Federal Oil Gresini Moto2).
Espargaró era uno de los muchos pilotos que sucumbían ante las complicadas condiciones en Assen, donde sufría una caída en la segunda parte de la carrera.
En Alemania Aleix tampoco firmaba una gran actuación y finalizaba en décimo cuarto lugar. Tras este resultado el piloto español completa la primera mitad de la temporada con 51 puntos y situado en la undécima posición de la clasificación del Campeonato del Mundo de MotoGP™.