Jorge, ¿cómo has vivido las horas posteriores al podio en Brno?
Va pasando el tiempo y todavía me cuesta creérmelo. Subir al podio en el campeonato del mundo es algo a lo que todo el mundo aspira. No he tenido tiempo para mucho desde entonces. Cené con unos amigos en Praga, que es una ciudad que me gustó bastante. En fin, nada del otro mundo. Sí que he recibido mil felicitaciones, de todos los que me apoyan, amigos, familia, por redes sociales, por Whatsapp, por todos lados. Se agradece que tanta gente esté siguiéndome y apoyándome.
Después del primer podio, ¿cuál es el siguiente objetivo?
Poco a poco voy asimilando el podio de Brno, pero ahora sólo tengo ganas de seguir consiguiendo más resultados como este. He trabajado mucho para llegar hasta aquí y sentía que me tocaba un día así. Está claro que el próximo objetivo es la victoria. El lunes después de la carrera descansé, pero ya desde el martes he estado entrenando al máximo, porque no quiero relajarme. El campeonato es muy complicado y a la que te despistas te pierdes. Me ha costado un poco adaptarme desde el debut en Qatar el año pasado, pero ya estoy yendo muy rápido.
¿Qué sentías cuando te viste líder de la carrera?
Sabía que con agua iba a ser una carrera complicada, había más peligro de caída. En las primeras cinco vueltas, cuando iba líder, estaba muy concentrado. Al ir primero no tenía referencias y tenía que ir al cien por cien, pero no sentía nada especial, sólo tenía ganas de hacerlo lo mejor posible y de seguir apretando.
Cuando te adelantan Brad Binder, Khairul Idham Pawi y John McPhee, ¿en algún momento piensas “hoy no será el día”?
Sabía que se trataba de un grupo grande y estaba un pelín asustado, porque iban un poco más rápido que yo. Aun así, sabía que podía conseguirlo. Al poco de pasarme Pawi, por ejemplo, empecé a recuperarle terreno. Aunque no se hubieran caído Binder o Pawi, podía conseguir el podio. Ya con las dos caídas, sabía que luchaba por ser segundo o tercero, y las últimas vueltas se me hicieron eternas. Quería que se acabase, pero había que ganárselo y hacer una buena carrera.
Has explicado varias veces que el punto de inflexión ha sido la llegada del nuevo cambio de marchas de la Mahindra. ¿Qué pasaba antes y qué pasa ahora?
Yo tengo una conducción agresiva, sobre todo en la frenada, y antes cuando reducía marchas a veces no se quitaban, perdía mucho tiempo, no sabía en ocasiones en qué marcha iba y me tocaba casi siempre frenar un poco antes. Ahora voy rápido, como me gusta, y puedo frenar donde quiero. Lo que pueda perder en la recta, lo recupero en la frenada.
Siempre has tenido detrás a tu familia, en tu camino hasta el Campeonato del Mundo. Además, esta era la primera carrera de la temporada en la que venía tu hermano pequeño a verte y te ha dado suerte.
Mis padres han hecho un esfuerzo increíble, desde que empecé, para que llegara hasta aquí. Somos una familia humilde y siempre he ido corriendo con becas, en la Cuna de Campeones y en la Red Bull MotoGP Rookies Cup. Han dado todo lo que han podido para que cumpliera mi sueño y además en Brno me dieron una sorpresa y vinieron a verme sin que lo supiera. Me encantó, fueron un apoyo más durante el fin de semana, y me hace ilusión saber que me vieron en directo en mi primer podio.
Ahora te quedan siete carreras por delante y cinco puntos para mejorar tus registros de la temporada pasada. ¿Hasta dónde puedes llegar?
He visto la general, y mi objetivo puede ser alcanzar a los seis primeros. Es muy difícil, son muchos puntos de diferencia, pero si mantengo la tendencia de estos dos últimos fines de semana creo que es factible.