Jorge Lorenzo está listo para cerrar su primera temporada vestido completamente de rojo. El piloto del Ducati Team subió al podio en Malasia por tercera vez esta temporada, resultado que demuestra su rendimiento ascendente en 2017.
“Creo que fue una decisión justa”, afirma Lorenzo en torno a su cambio a Ducati, decisión difícil para él la temporada pasada. “Los resultados no son comparables a los del año pasado, pero necesitaba un nuevo desafío. Me lo he tomado con mucha paciencia, entendiendo que era cuestión de tiempo. He tenido que cambiar muchas cosas y todavía estoy lejos de mi máximo nivel".
El mallorquín, que ha ganado cuatro GP en Valencia, ha vivido un cambio a radical con respecto a la temporada pasada: ha pasado de la DesmosediciGP a la Yamaha YZR-M1, dos máquinas muy distintas, También habla sobre este tema; “Me he tenido que adaptar. Para mí no ha sido fácil porque la Ducati tiene características muy distintas a la moto que he pilotado durante mucho tiempo. Debo acelerar progresivamente, mientas que con al M1 se puede abrir gas sin problemas. Los frenos se usan de modo distinto: una Ducati necesita una mucho del freno de atrás, mientras que con la Yamaha no lo usaba. La evolución de mi estilo de pilotaje era lenta hasta Brno, cuando hemos probado el nuevo carenado delantero”.
En Valencia la marca italiana se juega el título con Andrea Dovizioso: “Podría ser un título muy especial para Ducati”, afirma el mallorquín, que tomó la decisión mejor para el equipo en Sepang, sin arriesgar cuando cometió un error y su compañero le superó: “Tu compañero de equipo es el primero de los adversarios, pero el comportamiento siempre ha sido correcto. Quiero lo mejor para Ducati”.