Durante años anteriores, el Movistar Yamaha ha salido victorioso del Circuito Bugatti de Le Mans. Parece que Maverick Viñales y Valentino Rossi no llegan en un buen momento: ninguno de ellos ha ganado una carrera de las cuatro primeras, algo que no pasaba en Yamaha desde 2014. Pese a ello, la tendencia de los últimos años indica que es el escenario perfecto para cambiar la situación.
El único que sabe que lo que es ganar en Le Mans con el nuevo asfalto es Viñales. El de Roses lo hizo en la carrera del año pasado, triunfo que supuso el número 500 de Yamaha en los Grandes Premios.
La marca de Iwata se ha impuesto en 7 de los últimos 10 Grandes Premios disputados en tierras francesas. El trazado galo es propicio para que la M1-YZR saque su máximo potencial. Las últimas tres victorias (Viñales 2017/Lorenzo 2016 y 2015) han caído de su lado.
Para Rossi también es un GP agradable. El nueve veces campeón del mundo ha ganado cuatro veces (1997, 2002, 2005 y 2008) y el año pasado estuvo muy cerca de llevarse el triunfo: se fue al suelo a falta de tres curvas para el final.