La primera vez nunca se olvida

Nick Harris nos cuenta cómo fue su primer Gran Premio en el Campeonato del Mundo

Assen fue mi primera vez y nunca lo olvidaré. Estaré eternamente agradecido a la pista neerlandesa por ser mi primer Gran Premio. Todo ello volvió a mi memoria el año pasado mientras pilotábamos por los alrededores de Assen por las colinas holandesas: los molinos de viento, los canales, las vacas, el sol de junio… La situación me llevó 44 años atrás.

En aquellos años, no existía el GP de Gran Bretaña: las carreras se reducían al TT de Man. La peligrosidad de la prueba hizo que se apartara del calendario y se tomara la decisión de trasladar el TT a Assen, algo que nunca se hubiera imaginado en los años precedentes, un trazado totalmente distinto.

Jarno Saarinen lideraba el asalto de las Yamaha de dos tiempos al título de 500cc y ya había ganado en Francia y en Austria. Entonces llegó la bomba: la BBC anunció que Saarinen y Renzo Pasolini habían fallecido en Monza. Esto nos afectó mucho y nos confirmó en nuestra intención de ir al próximo GP, que iba a ser el de los Países Bajos, para rendir homenaje a los dos pilotos.

Fue un viaje a un mundo completamente nuevo y en el que podíamos aprender mucho: nunca había visto semejante concentración de motos. Seis carreras del Campeonato del Mundo, incluyendo la prueba de sidecares, se celebraban en Assen. Phil Read ganó con la MV Agusta: los cuatro tiempos todavía resistían.

Tras las carreras, pasamos la noche en Amsterdam, donde le caímos bien al barman y nos invitó a todos los tragos; o eso parecía, porque la cuenta apareció cuando nos íbamos. Todo ello, parte de una educación que me ha mantenido firme durante los próximos 45 años.