Era previsible que el centro de todas las miradas en Spielberg fueran Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo (Ducati Team). Lo fueron debido a dos razones principales. Por un lado, llegan de hacer un doblete en Brno y, por otro, han ganado las últimas dos ediciones del Gran Premio de Austria. Dovizioso ha subido al podio en dos ocasiones consecutivas, algo que no puede decir ni Marc Márquez ni Valentino Rossi, que no saben lo que es ganar en el Red Bull Ring.
Dovi admite que el trazado austriaco es propicio para las motos de Borgo Panigale: “Tras un fin de semana en el que ganas, llegas motivado y se hace todo más fácil. Estamos en un buen momento y es un circuito que nos va bien. El año pasa no fue fácil: creo que este año va a haber más competidores, pueden estar más cerca. Pese a que estamos lejos en el campeonato (a 68 puntos), no tengo menos presión. Mi enfoque no cambia”:
Lorenzo insistió en la misma línea que su compañero: “Este circuito que tiene un porcentaje de gas a fondo alto y esto es mejor para nuestra moto porque tenemos una buena aceleración y una gran velocidad punta. A partir de Mugello hemos visto un Jorge diferente. Ahora me siento competitivo. Llegamos de la mejor forma posible”.
Respecto a los competidores, todos fijan su atención en las Ducati. Márquez las señala como las favoritas: “Acabé con sensaciones encontradas el fin de semana pasado, pero estoy contento porque aumentamos nuestra ventaja. Las dos Ducati fueron muy rápidas el año pasado y hace dos años también lo fueron. Son los favoritos. Intentaremos estar ahí”.
Rossi también centró sus palabras en el favoritismo de la marca italiana: “Aquí, en Austria, siempre nos cuesta mucho: es difícil para nosotros. El año pasado no disfruté encima de la moto y fue una de las peores carreras del año. Nunca he subido al podio aquí. Las Ducati son muy fuertes, están apostando más y eso se está viendo. Necesitamos cuidar cada detalle. Sobre el papel no es nuestra mejor pista”.