‘Tan cerca…’ por Nick Harris

Nick Harris reflexiona sobre el día que estuvo a punto de ser inolvidable y perfecto para Valentino Rossi

El domingo en Sepang se quedó muy muy cerca de ser un día absolutamente perfecto para un piloto que ha experimentado tantos a lo largo de su increíble carrera. A cuatro vueltas para el final de la carrera de MotoGP en el Gran Premio Shell Advance de Malasia, Valentino Rossi estaba en camino de experimentar una jornada que la mayoría de deportistas de cualquier nivel solo pueden soñar.

Su hermanastro Luca Marini acababa de ganar su primer Gran Premio tras imponerse en la carrera de Moto2. El compañero de equipo de Marini, Francesco (Pecco) Bagnaia, se alzó con el título mundial de Moto2 al terminar tercero en la misma carrera, y ambos competían para el Sky Racing Team VR46 de Rossi. ¿Podría mejorar más la jornada? La respuesta era sí, porque el mismo Vale lideraba la carrera de MotoGP cuando pasaron por meta y quedaban sólo cuatro vueltas. Apenas algo más de 22 kms sobre el asfalto candente antes de que el italiano de 39 años celebrara su primera victoria de la temporada para redondear un día perfecto incluso para sus increíbles estándares.

Nueve títulos mundiales y 115 Grandes Premios ganados en 22 años de carrera han enseñado a Vale a no dar nunca nada por hecho, a no presuponer nada, en ningún caso, en un deporte que tiene la costumbre de arruinar la fiesta en el último momento, como cuando uno acaba de decorar la casa y los invitados están a punto de llegar. Menos de diez segundos después de haber pasado junto a la pizarra que le informaba que Marc Márquez estaba acortando distancias, se fue al suelo en la curva uno frente a un mar de banderas amarillas, delante de la tribuna que agrupaba a sus seguidores.

Puede que el día perfecto quedara arruinado, pero esto no debería quitarle nada a la experiencia de Sepang, que es la ilustración perfecta de por qué el hombre de Tavullia ha tenido un mayor impacto e influencia, tanto dentro como fuera de la pista, que cualquier otro piloto en los 69 años de historia del Campeonato. ¿Quién más, a los 39 años, podría liderar una carrera de MotoGP durante tanto tiempo en condiciones tan sofocantes y en una de las pistas más exigentes de un calendario de 19 carreras? ¿Quién más formaría su propio equipo después de sentirse desalentado por la falta de jóvenes talentos italianos en la escena mundial, y a continuación construir una pista de tierra y un rancho para entrenar con los jóvenes que con el tiempo se convertirían en campeones del mundo? ¿Quién más podría proteger y lidiar con la publicidad que generó la llegada de su hermanastro al Campeonato del Mundo y luego ayudarlo a convertirse en un ganador de Gran Premio?

¿Quién más ya habría anunciado sus planes de continuar en la competición durante al menos dos años más a pesar de acercarse a la frontera de los 40 años? ¿Quién más tutelaría la llegada de uno de sus protegidos a MotoGP para tenerle como rival en la próxima parrilla, como sucede con el ya Campeón del Mundo ‘Pecco’ Bagnaia?

No hay nadie más porque solo hay una persona así y su nombre es Valentino Rossi.