Estoy convencido de una cosa, que MotoGP™ es hoy uno de los deportes más respetuosos. No siempre es fácil verlo y darse cuenta de ello, pero, a lo largo de mi carrera, puedo decir que he aprendido que nuestro trabajo es esencial en este sentido. A los pilotos se nos respeta incluso cuando hay mucha diferencia, a menudo más allá de los límites y fuera de la pista. Hay una base que nos une a todos, el alto riesgo de esta disciplina que necesariamente debe hacerte respetar a otro piloto sea quien sea. Teniendo en cuenta esto, se nos puede definir (o se nos define, como siempre pasa) como más o menos deportivos, más o menos profesionales, más o menos respetuosos.
Así es como me definen, quizás como uno de los pilotos que en MotoGP™ 'tiene más respeto' a sus rivales. Yo diría que la mía es una actitud en el sentido más amplio, muy natural, propia de mi carácter y que siempre me ha acompañado.
Parece que en los últimos años mi popularidad ha crecido. Mi nombre está ahora más ligado que nunca al de mi equipo y al de mi moto, la Ducati DesmosediciGP, ya que para muchos soy 'Desmo Dovi'. Mucha gente me recuerda por lo que he conseguido recientemente, sin destacar que he estado en este mundo durante dieciocho años tratando de hacerlo lo mejor posible en cada temporada. Reconociendo esto, tanto los que me critican como los que me apoyan, tendrían un poco más de respeto hacia mí. Pero ese es un problema mío, sin importancia.
Me gustaría, eso sí, hablar de otro tipo de respeto que me hace trabajar todos los días con el deseo propio de un rookie de MotoGP™, es decir, el gran respeto que tengo por lo que mi equipo ha hecho y está haciendo durante los últimos años. Me siento reconocido como embajador de Ducati. He dado mucho por esta causa, para llevar esta moto hacia la victoria, pero también es cierto todo lo que me ha dado este equipo. Estar a un paso del título durante dos temporadas no habría sido posible sin el respeto mutuo entre yo, el piloto con el objetivo final de un trabajo motivado por tanto compromiso y pasión, y mi equipo. Todo esto merece un gran respeto y debe ser destacado.
Estoy rodeado de profesionales excepcionales, Gigi (Dall'Igna) es solo uno de ellos, y estoy convencido de que cada año que pasa aumenta el respeto mutuo entre ellos y yo. Todos queremos lo mismo: ganar el Mundial. Las excelentes relaciones, la confianza y empujar en la misma dirección son los pilares de este equipo que ha sido construido sobre un gran respeto.
Tengo un nuevo compañero de box: Danilo. No escondo el hecho de que con él el respeto es tan fácil como las buenas relaciones. ¡Es una gran persona! Solo me gustaría decir que respeto mucho a mi nuevo compañero dentro y fuera de la pista, y que esto no me detendrá cuando intente estar delante de él cuando se apague el semáforo (¡ya hemos visto todos lo rápido que es!).
Siempre ha sido así para mí. Respeto máximo, pero un deseo total de ser el mejor. Respeto a Valentino por su dilatada trayectoria como ganador, por ser un referente de este deporte, pero para mí no es un referente absoluto. Por él siento un gran respeto por la competición, pero cuando volvamos a la pista haré todo lo posible para ganarle. Márquez me ha ganado varias veces y es el campeón; ahora es el piloto más fuerte y merece el respeto de todos. Pero mi equipo y yo hemos demostrado que somos fuertes. Uno de mis objetivos esta temporada es estar por delante de él, luchar hasta la última curva y responder con la misma fuerza a su forma única de pilotar y luego estrechar su mano en el park fermé con una sonrisa de gran respeto.
Entre los pianos, los rivales son todos iguales, son rivales que me separan de mis objetivos. No son enemigos y trato de entenderlos, estudiarlos y vencerlos, pero sin tomarlos como referencia. Solo me pondría límites. Esta es también una forma de respetarlos.