Andrea Iannone ya piensa en Mugello. El piloto italiano de Aprilia Racing Team Gresini deberá pasar página de la cita en Le Mans para poner sus miras en un GP Oakley de Italia en el que correrá ante su público.
Lo hará después de unos primeros meses complicados, que tuvieron un punto crítico en la pasada cita del GP Red Bull de España, con una fuerte caída en los entrenamientos que le impidió disputar la carrera.
Las secuelas han ido más allá, ya que, al margen de perderse el test post-GP, Iannone participó en Le Mans con molestias. Pese a ser declarado 'fit' el pasado jueves, Iannone saltó a pista con dolor en su tobillo. Una circunstancia que se reprodujo a lo largo del fin de semana.
De hecho, las molestias fueron a más, sesión tras sesión, y este domingo el italiano ya sospechaba que sería difícil poder completar la carrera. De acuerdo con su equipo, Iannone abogó por no comprometer la cita de Mugello y, pese a ganar algunas posiciones tras la salida, acabó abandonando en la vuelta 9.
“Desafortunadamente, hoy no ha sido posible terminar la carrera. El dolor en el tobillo se había vuelto demasiado fuerte. La situación ha ido empeorando día a día y, pensando en la próxima carrera de Mugello, hemos decidido minimizar los daños”, reveló Iannone.
El piloto de Aprilia adelantó que seguirá con su recuperación, “tratando de descansar el tobillo cambiando la agenda de entrenamientos” con el objetivo de mantenerse “en forma” por encima de todo.
“En Mugello he conseguido importantes resultados en mi carrera. Quiero llegar al 100% de condiciones”, sentenció el piloto italiano con la mente puesta en el GP Oakley de Italia en el que pilotará ante su público.