El fútbol y MotoGP™ no acostumbran a mezclar bien si eres inglés. Al menos este fin de semana, mientras el paddock se prepara en Mugello para ver la final de la Champions League el sábado por la noche, habrá un vencedor inglés, pero os aseguro que sería un hecho bastante inusual cuando yo estaba en la pista.
La sala de reuniones del camión de la IRTA o el Hospitality de Alpine Stars ha sido escenario de las desventuras de muchos aficionados al fútbol inglés durante las dos últimas décadas. Cajas de pizza vacías y latas de cerveza esparcidas sobre la mesa de la sala de reuniones de la IRTA aderezadas con un lenguaje del que no estoy muy orgulloso, después de que Inglaterra se estrellara con otra derrota en un gran torneo una vez más. Jeremy Appleton de Alpine Stars nos invitó a cenar después de otra amarga eliminación de un torneo, aunque, afortunadamente, el lenguaje fue un poco más medido en dicha ocasión.
Que alguien me susurre al oído durante la rueda de prensa de la tarde del sábado en Donington Park que Wayne Rooney había sido expulsado contra Portugal en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 2006. Hacer sonar mi alarma a las 2 de la madrugada de la carrera de MotoGP™ de Barcelona hace cinco años para ver el final del choque de Inglaterra contra Italia en Brasil.
Encender la televisión para ver a un abatido meta inglés Joe Hart abandonando el césped fue suficiente para darme cuenta del resultado. Al menos dormí un poco más el día de la carrera. Fueron los italianos los que celebraron el día siguiente, liderados por Valentino Rossi, que terminó 2º en la carrera después de una fantástica batalla con su compañero de equipo de Yamaha, Jorge Lorenzo.
Conducir arriba y abajo del paddock de Barcelona un domingo por la tarde en el coche de Matt Roberts con una gran bandera británica asomando por la ventana antes de un Inglaterra-Francia de la Eurocopa 2004. La bandera no estaría a la vista cuando nos fuimos dos horas más tarde, después de que Francia marcara dos goles en el tiempo de descuento para acabar ganando por 2-1.
He tenido algunos momentos aislados de respiro con mi equipo local, el Oxford United, aunque a menudo ha sido una carrera de obstáculos idéntica a la de Inglaterra. Hace tres años recibí un mensaje de texto que me decía que los 'amarillos' habían ascendido después de vencer a su rival local, el Wycombe Wanderers. El problema fue que estaba en medio de la rueda de prensa de la clasificación y tenía que preguntarle a Jorge Lorenzo sobre su 'pole position' en Le Mans, cuando era una fiesta total.
¿Quién puede olvidar aquel increíble partido de fútbol de hace seis años, cuando un equipo combinado de Moto2™ y Moto3™ se enfrentó a un equipo de MotoGP™? Nada extraordinario, excepto la sede: el Camp Nou, casa del FC Barcelona. Los pilotos desplegaron sus habilidades sobre uno de los tapetes más icónicos del universo futbolístico. Incluso sonó el himno azulgrana cuando los equipos se asomaron al césped desde el mítico túnel de vestuarios, aunque el jardinero me regañó por pisar el césped.
MotoGP™ y el fútbol se parecen en muchos aspectos y al menos este fin de semana la mitad de los aficionados ingleses presentes en el paddock de Mugello estarán contentos el sábado por la noche. Eso ya es más de la mitad de lo habitual, pero no se lo digas a ningún seguidor del Liverpool o del Tottenham.