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El norteamericano de Ducati ya sólo piensa en la segunda edición del Gran Premio Red Bull de Indianápolis.
El año pasado en el Indianapolis Motor Speedway la primera visita del MotoGP al famoso circuito americano coincidió con un huracán, pero este año es el piloto de Ducati Nicky Hayden quien espera causar una tormenta en el Gran Premio Red Bull de Indianápolis.
Dada su frustrante campaña hasta el momento, una victoria de Hayden en el Brickyard sería una sorpresa, pero la temporada pasada el Chico de Kentucky luchó por la segunda plaza en una carrera marcada por las condiciones adversas, extasiando a los aficionados americanos, tal y como hizo en 2005 y 2006 con sus triunfos en Laguna Seca.
"Indianapolis es un gran trazado y es conocido mundialmente en la competición de motor" ha comentado Hayden. "Evidentemente el año pasado el circuito me fue muy bien, es una pista exigente, con diferentes recorridos. Vamos a ir allí a dar lo máximo, es todo lo que podemos hacer".
El patriótico Hayden obtuvo la quinta posición en Laguna Seca esta temporada y está encontrando algo de estabilidad en su Desmosedici como evidenció su sexto puesto en Brno el pasado fin de semana, su segundo mejor resultado hasta ahora con el equipo italiano.
Pensando en el GP del 28 al 30 de agosto en Indianápolis, el norteamericano añade: "Claro que me gustaría decir que las tengo todas conmigo y que todo es perfecto, pero no es el caso. De todas formas espero llegar a casa, ver a todos mis seguidores y a mi gente... y ver qué puedo hacer".
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