Un año de experiencia puede resultar más que suficiente para romper moldes. Es lo que parece en el caso de Franco Morbidelli (Petronas Yamaha SRT) y Takaaki Nakagami (LCR Honda Idemitsu), a tenor del rendimiento que ambos ofrecieron el pasado curso y, especialmente, el asombro generalizado que desencadenaron en los test de Valencia y Jerez.
El italiano y el japonés, que esta temporada cederán sus respectivos roles de rookies a Bagnaia, Mir, Oliveira y Quartararo, vienen pisando fuerte y han generado muchas expectativas de cara a los registros que puedan marcar en el test de Sepang del 6 al 8 de febrero.
Morbidelli cuenta con el aval de haberse alzado como Rookie del Año en su temporada de debut, pero las buenas sensaciones se han disparado, aún más, al disponer de una M1 idéntica a la de los pilotos oficiales de Yamaha. Un auténtico caramelo a su disposición.
El italiano ya marcó buenos tiempos en Valencia y Jerez, pese a que no pudo seguir la senda de Nakagami en el segundo test, donde el japonés deslumbró marcando el mejor tiempo, por delante de Marc Márquez, Maverick Viñales y Jorge Lorenzo. Casi nada.
Nakagami contará en 2019 con una RC213V del pasado año, como la que utilizaron Márquez, Pedrosa y Crutchlow. Con semejante máquina y con el impulso moral de su recital en Jerez, el japonés quiere plantarse en Sepang dispuesto a dar mucha guerra.
Tanto ‘Morbido’ como Nakagami se han cargado de argumentos de peso para despertar grandes expectativas en Sepang en el estreno de su año como sophomores. ¿Estarán a la altura?