La historia se repite. Tal y como sucediera en el Circuito Internacional de Losail en la primera cita de la temporada, Jorge Lorenzo (Repsol Honda Team) deberá salir a por todas en la segunda jornada del Gran Premio Motul de la República Argentina.
Una discreta actuación en el primer día ha provocado, nuevamente, que el tricampeón mundial de MotoGP™ afronte la segunda jornada del GP con los deberes por hacer. En esta ocasión, además, sus sensaciones en la pista tampoco son positivas.
El '99', que ya había sido 14º en la FP1, finalizó penúltimo en la FP2, solo por delante de Hafizh Syahrin (Red Bull KTM Tech 3). Una posición que no cuadra con sus grandes aptitudes ni con el potencial de la RC213V. En todo caso, se trata de una posición 'tramposa', ya que el balear se quedó a menos de un segundo del mejor tiempo marcado por 'Dovi'.
Todo, sin embargo, tiene sus motivos. El Team Manager de Repsol Honda, Alberto Puig, compareció ante los micrófonos de DAZN durante la FP2 y admitió los problemas de Lorenzo, ofreciendo las claves de su menor ritmo.
"No tiene una buena sensación con el neumático delantero, se le cierra mucho y no puede girar. El paso por curva lo hace muy lento", detalló Puig sobre Lorenzo, que salió a pista con poco más de veinte minutos por delante y desde un primer momento puso de manifiesto que las sensaciones no eran las mejores.
Puig, que no pudo reprimir su deseo de intentar "ayudar" al mallorquín, acabó admitiendo que apenas tenían margen de maniobra en dicha sesión: "Poco se puede hacer, probar un neumático delantero diferente, pero poco más". Y los peores pronósticos se cumplieron. Lorenzo solo pudo ser 21º.
Por delante queda ahora una apasionante FP3 -sábado, 14:50 horas (hora española)- en la que el balear, que al final del día aseguró estar todavía dolorido en su muñeca y las costillas, deberá sacar fuerzas de flaqueza para echar el resto y tratar de romper la negativa dinámica del primer día de GP. Menos de un segundo le separa del mejor tiempo. Motivo suficiente para soñar con la machada.
Si consigue ganar adherencia en el asfalto de Termas de Río Hondo y aparcar en cierta medida sus molestias, el '99' está sobradamente capacitado para dar un golpe de efecto y voltear la situación en vistas a una QP que se antoja decisiva.