Es un objetivo innegociable. Aleix Espargaró (Aprilia Racing Team Gresini) tiene entre ceja y ceja conducir al top al constructor italiano y no piensa cejar en su empeño hasta conseguirlo. En Le Mans, en un exigente estreno, el piloto catalán dio un importante paso al finalizar 8º la primera jornada.
Podría parecer que la meritoria posición colmaría los deseos de Aleix. Nada más lejos de la realidad. Después de pasar de ser 16º en la FP1 a 8º en la FP2, el mayor de los Espargaró, que se clasificó justo tras su hermano Pol (Red Bull KTM Factory Racing), exhibió su perfil más inconformista para lamentar su caída en la segunda sesión de entrenamientos libres.
Más allá de la propia caída, dicho incidente esconde algunas carencias de su moto. “He tenido falta de agarre durante todo el día, luchando mucho por ser competitivo con la aceleración. Hemos tenido un gran cambio por la tarde, para ir a mejor, pero aun así perdemos mucho tiempo y tengo que arriesgar mucho en las frenadas”, analizó Aleix, que comentó que fruto de ese riesgo acabó yéndose al suelo.
“Tenemos que mejorar mucho”, advirtió, en un mensaje implícito de cara a su equipo, que, en estos momentos, ve en el español a la punta de lanza de su proyecto, tras una nueva jornada discreta de Andrea Iannone.
El problema con la aceleración está siendo recurrente en Aprilia durante los últimos meses y Aleix pide soluciones: “Nuestra mayor dificultad en este momento es la aceleración. No tenemos mucho agarre trasero y en una pista de 'stop and go' nos vemos obligados a mejorar en la frenada”.
A la espera de solucionar dichos problemas, Aleix trata de mantener el optimismo de cara a una segunda jornada que se antoja crucial y en la que las condiciones meteorológicas podrían jugar a su favor, ya que la aparición de la lluvia de cara a la FP3 le permitiría estar virtualmente clasificado para la Q2.
Pese a dicha posibilidad, el piloto de Aprilia prefiere aparcar cualquier hipótesis para pensar en solucionar los problemas de la RS-GP 2019. En caso de lograr su pasaporte directo a la Q2 sin pasar por la Q1, Aleix repetiría la experiencia de Qatar, cuando accedió directamente a la Q2. Su inconformismo está justificado, aunque no empaña el mérito de sus logros en Le Mans.