Fue un domingo difícil para los franceses en Japón. Mientras Francia fue eliminada por Gales de la Copa del Mundo de Rugby, el impresionante Fabio Quartararo consiguió el título de Rookie del Año de MotoGP™ en Motegi, pero por cuarto Gran Premio consecutivo no pudo vencer al desencadenado Marc Márquez para conseguir su primera victoria en la categoría reina. Seguramente, esa primera victoria sería una dulce recompensa para el joven de 20 años durante las tres últimas carreras del año. Debería animarse, ya que otros tuvieron que esperar más tiempo antes de abrir la lata, mientras que algunos de los que empezaron dando la campanada nunca lograron el premio final.
Mick Doohan tuvo que esperar hasta la penúltima ronda del Campeonato de 1990 para conseguir su primera victoria en Hungaroring, a las afueras de Budapest, en su segunda temporada en la categoría de 500cc. El australiano ganó 53 carreras más en su camino hacia los 5 títulos mundiales. Qué contraste con Max Biaggi, que aterrizó en 500cc con un gran éxito en Suzuka en 1998. El italiano había dominado el Campeonato de 250cc durante los 4 años anteriores y tuvo un gran debut en la categoría reina en la primera ronda del Campeonato.
Max ganó cómodamente con la Honda para enviar un serio aviso a sus rivales y convertirse en el primer piloto en 25 años en ganar una carrera de la categoría reina en su debut. Fue un gran día para Biaggi, el primer ganador europeo de una carrera de la categoría reina en Japón, pero nunca llegó a ganar el título mundial. Ganó 12 Grandes Premios más, pero a la hora de la verdad siempre se vio relegado a la sombra de su eterno rival, Valentino Rossi.
El 'Doctor', de hecho, no ganó a la primera y lo hizo después de pasar por el hospital de Nottingham tras una caída en los entrenamientos antes de ganar por primera vez en la novena ronda del Campeonato del 2000 en Donington Park. El resto es historia, con 89 victorias en su haber en la categoría reina, claves para sumar 7 títulos mundiales -9 en todas las categorías- y alcanzar un estatus legendario. Marc Márquez, por su parte, ganaría en Austin en 2013 en su segunda carrera en la categoría reina antes de llevarse el título en su primer intento.
Recuerdo dos primeras victorias en la categoría reina de dos pilotos que también se llevaron el premio final. Veinticinco de nosotros viajamos a Assen en 1975 para apoyar a Barry Sheene sólo cuatro meses después de su horrible accidente en Daytona, un incidente que en Gran Bretaña lo hizo más famoso que cualquier título mundial. Sigo convencido de que la cerveza que bebimos impulsó a Barry cuando cruzó la línea de meta al mismo tiempo que el legendario Giacomo Agostini. Los cronometradores otorgarían el triunfo al británico, que ganaría 18 carreras más y dos títulos mundiales.
Siete años más tarde, corrí por la pista con el cuaderno en la mano hacia el legendario sector de Eau Rouge, en Spa (Bélgica), decidido a ser el primer periodista en hablar con Freddie Spencer tras su primera victoria en un Gran Premio. Cuando llegué sin aliento, Freddie estaba intentando girar la Honda de tres cilindros sin bloqueo de dirección en la parte inferior de la colina para volver al pit lane y a las celebraciones.
Desafortunadamente, después de promediar 157.873 km/h para ganar la carrera de 20 vueltas, Freddie cayó exhausto a unos 5 km/h y la entrevista exclusiva tuvo que esperar. Freddie ganaría otros 19 grandes premios de la categoría reina y dos títulos de 500cc. Además, sigue siendo el único piloto que ha ganado los títulos de 500 y 250cc en la misma temporada, tras conseguirlo sólo 3 años después, en el inolvidable 1985.
Así que anímate, Fabio, que la primera victoria llegará. Por lo menos tendrás otra oportunidad en Phillip Island el próximo domingo, mientras que el equipo francés de rugby tendrá que esperar 4 largos años.