La carrera tailandesa del Campeonato del Mundo de Moto3™ vio la trascendental caída de Marco Bezzecchi (Redox PruestelGP). Esta caída no ocurrió por su culpa. Todo sucedió por una fatalidad de las carreras. El piloto de la VR46 Academy no pudo aprovecharse de los problemas físicos de Jorge Martin (Del Conca Gresini Moto3). No por su propio error sino por estar involucrado en un accidente con Enea Bastianini (Leopard Racing) cuando la carrera había llegado a su última curva. El número 33 de Honda se estrelló contra la KTM de Bezzecchi, anulando sus opciones de puntuar en la última curva.
Después del calentón, llegó la mejor imagen del día, del GP y quizás del mes. Ambos se dieron la mano con deportividad. En un campeonato que a menudo deja de lado la deportividad, la madurez mostrada por los futuros pilotos de Moto2 ™ es una lección que debe ir más allá del motociclismo y llegar al deporte.
"Fue una carrera difícil", comenta Bastianini. "Realmente quería el podio, pero en la última curva no pude evitar la caída. Quiero ofrecer todas mis disculpas a Marco ".
Pero las palabras de Bezzecchi también fueron de perdón, cuando podrían haber sido de rencor por haber visto lastradas sus opciones de campeonato: "El problema no fue la última curva del resto de la carrera. En la prueba hubo adelantamientos y contactos que fueron inútiles, fui tocado tres veces. Luego, en la última curva, se excedieron y mi fin de semana se fue al garete. Al final de carrera suceden cosas, se intenta que no, pero sucedió por lo que sucedió".