Plantarse o jugársela en el casino británico

El excomentarista de MotoGP™ Nick Harris alude al 'stick or twist' para revivir grandes golpes de póquer que valieron oro en Gran Bretaña

Brad Binder demostró lo buen jugador de póker que sería con su victoria en Austria. El piloto de KTM se la jugó y se quedó en pista bajo la lluvia mientras otros se plantaban y entraban a cambiar neumáticos. Los pilotos llegan a Silverstone para el Gran Premio de Gran Bretaña de esta semana sabiendo que tales decisiones de póquer han ganado y perdido carreras tanto en Silverstone como en Donington Park en el pasado -probablemente tenga algo que ver con el clima-.

 

Todo comenzó en 1978 y fue la segunda vez que Silverstone sustituyó a la Isla de Man como sede de la ronda británica del Campeonato del Mundo. El resultado de hace 43 años sigue siendo muy discutido. La carrera de 500cc a 28 vueltas, que tuvo una gran importancia en el resultado de la batalla por el Campeonato del Mundo entre el héroe local y campeón mundial Barry Sheene y el estadounidense Kenny Roberts, comenzó en seco. La mayoría de los pilotos salieron con slicks, pero alguien con un poco de conocimiento local lo intuía mejor. El campeón británico Steve Manship observó las nubes oscuras que se cernían sobre la llana campiña de Northamptonshire y optó por los intermedios, el cruce entre los slicks y los neumáticos de lluvia en su Suzuki.

Cuando llegó la lluvia, lo hizo al más puro estilo británico. Grandes y pesadas gotas cayendo del cielo plomizo empapando el asfalto de Silverstone en apenas unos segundos. El mojado y patriótico público británico había acudido a apoyar a Sheene, pero pronto se dio cuenta, desde debajo de sus paraguas, de que la apuesta de Manship podía traer el éxito a casa. Al final de la vuelta 13, Roberts se plantó y entró en boxes al darse cuenta de que si tenía alguna posibilidad de ganar, tenía que cambiar los neumáticos. En aquellos tiempos no se saltaba de una Yamaha a otra, sino que se ponían manos a la obra para cambiar las ruedas. En el equipo de Roberts, dirigido por Cal Carruthers, eran expertos en la materia. Habían empezado la temporada con una sola Yamaha y tenían experiencia en el complicado y preciso procedimiento. No era un cambio de ruedas moderno de F1, pero aun así lo consiguieron en dos minutos y medio. Otros, como el equipo Suzuki de Sheene, tenían menos experiencia y tardaron hasta siete minutos.

Fue una pesadilla total para los encargados de anotar las vueltas. Mirando a través de los cristales empañados y la lluvia torrencial con los cronómetros en la mano tratando de anotar los números de los pilotos mientras corrían para comenzar una nueva vuelta. Nadie estaba absolutamente seguro de las posiciones exactas, pero a falta de 15 vueltas parecía que Roberts rodaba diez segundos por vuelta más rápido que el líder Manship. Al entrar en la última vuelta, Manship seguía en cabeza, pero Roberts le adelantó a mitad del circuito de 4,170 km y fue declarado ganador. El segundo clasificado, Manship, y el tercero, Sheene, no estaban tan seguros, pero el resultado se mantuvo y Roberts se encaminó hacia su primer título de 500cc.

Probablemente, la decisión más recordada de 'stick or twist' (plantarse o seguir) en el Gran Premio de Gran Bretaña se produjo 22 años después, en la carrera de 250cc del año 2000 en Donington Park. La carrera de 27 vueltas comenzó en condiciones de ligera humedad. La mayoría de los pilotos salieron con neumáticos slick. Ralf Waldmann y Naoki Matsudo decidieron apostar por salir con neumáticos de lluvia y pareció una decisión muy equivocada. Olivier Jacque lideró la carrera con la Yamaha del Tech3, pero a falta de nueve vueltas llegó la lluvia. En ese momento, Waldmann, con su Aprilia, estaba a un minuto y 40 segundos del líder. Fue recortando esa ventaja vuelta a vuelta, pero a falta de dos vueltas seguía a 24 segundos del francés. Al llegar a la última vuelta, seguían separados por la distancia de la recta principal, pero en la carrera hacia la línea de meta, Waldmann adelantó al futuro Campeón del Mundo para conseguir una famosa victoria. La apuesta había valido la pena, pero no siempre es así.

En 2009, de nuevo en Donington, la dupla de Ducati, formada por los campeones mundiales Nicky Hayden y Casey Stoner, no tuvo éxito. Eligieron los neumáticos de lluvia al comienzo de la carrera de MotoGP™ de 30 vueltas. La pista estaba húmeda y se esperaba lluvia. Llegó, pero no en cantidad suficiente para ayudarles. Finalmente, terminaron 15º y 14º, respectivamente, en una carrera que ganó Andrea Dovizioso en su única victoria con el Repsol Honda Team.

Los pilotos llegan a Silverstone sabiendo que esas grandes decisiones pueden y han jugado un papel muy importante en el resultado de las carreras. Esperemos que no tengan que plantarse o jugársela, como si de póquer se tratara, y que el sol brille todo el domingo.