Francesco Bagnaia (Ducati Lenovo Team) se situó en el punto de mira a las puertas de disputar el Gran Premio de Italia en Mugello, pues tras el cero que arrastraba de la anterior cita en Le Mans, mientras luchaba por el liderato con su compatriota Enea Bastianini (Gresini Racing MotoGP™), el italiano llegaba a su territorio con ganas de reivindicarse y convencer a todo el mundo de su capacidad para saber manejar la presión de un Enea que se presentó como un sólido rival a lomos de la GP21.
Saliendo de Francia sin sumar ningún punto, Bagnaia llegó a Italia con 46 puntos de desventaja sobre el líder Fabio Quartararo (Monster Energy Yamaha MotoGP™), mientras el Top 3 de la general se condensaba en tan solo 8 puntos. Sin embargo, la acción y la incertidumbre empezaron antes de ver el semáforo apagar sus luces con Marc Márquez (Repsol Honda Team) anunciando una nueva intervención en el brazo derecho. Un auténtico jarro de agua fría para el paddock, que vio así cómo uno de los protagonistas de primera clase abandonaba la pista de manera indefinida.
MÁRQUEZ Y LA OPERACIÓN: "ES MI ÚNICA OPORTUNIDAD DE SEGUIR"
Después de una clasificación en condiciones mixtas, que le valieron para partir 5º en parrilla, 'Pecco' se mostró muy sólido para ir de menos a más e imponer su talento y el poderío de la GP22 ante su público. Con ya un segundo de renta en cabeza, Bagnaia se aferró a su posición de privilegio, mientras Quartararo se consolidaba en segunda posición por delante de un Marco Bezzecchi (Mooney VR46 Racing Team) que se vería superado por Aleix Espargaró (Aprilia Racing), quien se se confirmó al lograr su cuarto podio consecutivo.
BEZZECCHI SE SUMA A LA REVOLUCIÓN ROOKIE EN MUGELLO
Sin tiempo para respirar, el Mundial se preparaba para dirigirse a Catalunya, donde 'El Diablo' prometía batallar desde lo alto de la clasificación del campeonato, tras lograr ampliar su distancia sobre Espargaró. Bastianini, por su parte, fue quien salió peor parado al irse al suelo durante la carrera italiana.