Encendiendo las velas de la tarta de aniversario de Yamaha

El excomentarista de MotoGP™ Nick Harris nos sumerge en la laureada trayectoria del constructor japonés en el Campeonato del Mundo

Yamaha presentó la tarta de cumpleaños perfecta para celebrar los 60 años de carreras en el Mundial: La Yamaha YZR-M1 de Cal Crutchlow, con los icónicos colores rojo y blanco, que brillaron bajo el sol del pitlane de Qatar antes de que comenzaran las pruebas del Test Oficial la semana pasada.

Yamaha Motor Co., Ltd_60th Grand Prix Racing Anniversary_Crutchlow_2021

El domingo 21 de mayo de 1961 alumbró la llegada de otra fábrica japonesa para poner en jaque el dominio europeo. Solo dos años después de la aparición de Honda en la Isla de Man, cinco pilotos de Yamaha se preparaban para la batalla en el circuito de Clermont-Ferrand para disputar la tercera prueba del Campeonato del Mundo en el Gran Premio de Francia. Yamaha desembarcó por primera vez en el Mundial con Fumio Ito y Taneharu Nogushi encabezando sus esfuerzos con la RD48 250 bicilíndrica de dos tiempos y la RA41 125cc monocilíndrica de dos tiempos. Era difícil, a menos que pudieras hacerte con una Honda de cuatro tiempos o una MZ de dos tiempos, pero estaban dispuestos a luchar.

Tres semanas después, Ito consiguió el primer punto de Yamaha en el Campeonato del Mundo con un sexto puesto en 250cc en el TT de la Isla de Man. Dos años más tarde, en el mismo circuito del TT, Ito subió por primera vez al podio con un segundo puesto, y la primera victoria llegó dos rondas más tarde, cuando Ito se impuso en el Gran Premio de Bélgica de 250cc en Spa-Francorchamps. Las carreras de Gran Premio eran caras para la fábrica, pero Phil Read convenció a Yamaha para participar en todas las rondas del Campeonato de 250cc de 1964. Sus considerables esfuerzos, sus habilidades de ingeniería y su gestión de recursos dieron como resultado el primer título mundial de Yamaha y la primera máquina de dos tiempos en lograr la corona de 250cc. Honda estaba desesperada por aferrarse al título. En la penúltima prueba, en Monza, presentaron una máquina de seis cilindros de 250cc y cuatro tiempos realmente sorprendente, pero Read y Yamaha arrebataron el título a sus grandes rivales con la victoria. Los motores de dos tiempos dominaron.

¿Por dónde empezar con los recuerdos de estos 60 años que han reportado a Yamaha 511 victorias en Grandes Premios? Cuando vi brillar la YZR-M1 de Crutchlow en el pitlane de Qatar, me vinieron inmediatamente a la mente dos de ellos.

Ser testigo en 1968, mientras degustaba una pinta de cerveza local en Union Mills, de cómo Bill Ivy pasaba a toda velocidad con el cohete de cuatro cilindros de Yamaha, como una estela roja y blanca, de camino a marcar la primera vuelta de 100 mph en un TT de 125cc.

Comentando una de las mejores carreras que he presenciado, en Welkom (Sudáfrica), en 2004. El duelo cara a cara entre Valentino Rossi y Max Biaggi, rueda con rueda, que se convirtió en todo un estallido de emociones. La primera carrera de Rossi para el equipo Yamaha, contra su acérrimo rival Biaggi, que dejó Yamaha para unirse a Honda. Después de 28 vueltas quedaron separados por 210 milésimas. Ambos habían ido mucho más allá de sus límites. Rossi lloró de emoción al besar y dar las gracias a su Yamaha M1 tras cruzar la meta.

No solo rememoro los recuerdos en la pista que hay que agradecer a Yamaha, sino también un par de decisiones vitales que tomaron honrando a sus pilotos:

Al conceder el honor de encabezar su primer asalto considerable con el respaldo de la fábrica al gran desafío dominado por las cuatro tiempos, el Campeonato del Mundo de 500cc, al brillante Jarno Saarinen. Se retiró del Campeonato de 1973 cuando Saarinen murió en la cuarta ronda en la carrera de 250cc en Monza.

Al regresar a la lucha de las 500cc y brindar a Giacomo Agostini la oportunidad de demostrar lo gran piloto que era. 'Ago' ganó su decimoquinto título mundial en 1975, brindando a Yamaha y a una máquina de dos tiempos su primera corona mundial de 500cc.

No es la primera vez que Yamaha vuelve a utilizar un diseño icónico para celebrar un aniversario. Hace 16 años, Yamaha reeditó el diseño amarillo y negro de Kenny Roberts, que había dado al legendario estadounidense tres títulos mundiales de 500cc. Rossi y Colin Edwards disputaron el Gran Premio de Estados Unidos en Laguna Seca para celebrar los 50 años de Yamaha como fabricante de motos. Rossi completó la celebración reteniendo el título mundial.

Gracias, Yamaha, por los últimos 60 años. Ahora os toca a vosotros, Fabio Quartararo, Maverick Viñales, Franco Morbidelli y Rossi, completar las celebraciones devolviendo el título de MotoGP™ para encender las velas de la tarta de cumpleaños.