Crivillé se convierte en MotoGP™ Legend

Coincidiendo con el inicio del GP de Cataluña, el primer piloto español campeón en la categoría reina entra en el salón de la fama de MotoGP™.

En 1987 Álex Crivillé debutada en el Campeonato del Mundo en la categoría de 80cc con un impacto inmediato: terminaba segundo en su primera carrera. Su camino a la gloria se forjaba con su paso a la categoría de 125cc, donde se hacía con el título de campeón del mundo en su primera participación. Crivillé pasaba a competir entonces en 250cc, donde vivía dos temporadas complicadas.

Àlex Crivillé

Con su movimiento a la categoría reina en 1992 el catalán se convertía en el primer piloto español en conseguir un triunfo en 500cc. Crivillé ganaba en Assen en su primer año y tras dos temporadas junto a Pons conseguía un manillar en el equipo de fábrica de Honda. Con Mick Doohan como compañero protagonizaron numerosas batallas que empezaban a forjar una rivalidad histórica.

Àlex Crivillé

Entre 1994 y 2001 el piloto de Seva conseguía 47 podios y 14 triunfos. Su gran logro llegaba en 1999 cuando se convertía en el primer piloto español en ganar el Campeonato del Mundo de la categoría reina tras sumar 267 puntos. Fue el pionero, rompiendo el dominio de pilotos americanos y australianos, en una categoría que a día de hoy dominan los pilotos españoles.

Àlex Crivillé

Crivillé se une a una larga lista en el salón de la fama y se convierte en MotoGP™ Legend junto a Giacomo Agostini, Mick Doohan, Geoff Duke, Wayne Gardner, Mike Hailwood, Nicky Hayden, Daijiro Kato, Eddie Lawson, Anton Mang, Angel Nieto, Wayne Rainey, Phil Read, Jim Redman, Kenny Roberts, Jarno Saarinen, Kevin Schwantz, Barry Sheene, Marco Simoncelli, Freddie Spencer, Casey Stoner, John Surtees y Carlo Ubbiali.

Álex Crivillé: «Disfrutaba encima de una moto. No era mi sueño ser piloto cuando era muy joven. Pero entonces mi hermano me dijo: “Tienes la habilidad de pilotar una moto. Quizás en el futuro puedes ser piloto”. Pienso que uno de los mejores momentos de mi trayectoria fue cuando volví a casa y había miles de personas para celebrar mi título de campeón del mundo. En ese momento me sentí como una leyenda».