El escenario de la décimo quinta prueba del Campeonato del Mundo de MotoGP™ 2016 fue inaugurado en 1997 y el Twin Ring Motegi acogió su primer Gran Premio en 1999, desde entonces es uno de los circuitos fijos en el calendario del campeonato y además se caracteriza por ser un de los más exigentes en cuanto al frenado.
A lo largo de este trazado los frenos están puestos a prueba a lo largo del circuito con las curvar cerradas y las rectas. El recubrimiento del circuito ofrece una excelente adherencia, lo que garantiza siempre una buena frenada. El uso de los discos de freno de 340mm es obligatorio, mientras que los equipos acostumbran a utilizar los discos de 320mm en otros circuitos.
De las 14 curvas que afloran en el circuito, 11 requieren el uso de frenos, sesgados en un promedio de 33 segundos por vuelta, 13 minutos en el total de toda la carrera. El trazado incluye 7 curvas que se toman a menos de los 100km/h. La curva 11 de 90º, es la más complicada para el sistema de frenado, dado que los pilotos aplican una fuerza de 7,3kg de presión sobre los frenos porque pasarán de los 310km/h a los 82km/h en 4,9 segundos y 245 metros de largo.