Estábamos acostumbrados a las locuras de Jack Miller, pero lo acontecido en Termas de Río Hondo sobrepasó los límites del ingenio y de la valentía. El fin de semana comenzó de una manera loca para él ya desde el sábado: con las condiciones de la pista muy complicadas y el asfalto mojado con una fina línea secándose, Miller optó por jugársela y montar las gomas de seco: los neumáticos slicks.
Arriesgándose a una caída muy peligrosa y salvando varios incidentes, el italiano se llevó el mejor tiempo de la qualifying, que daba acceso a la pole position del domingo. Pero las osadías de Miller volvieron a dar espectáculo también el domingo. En una decisión audaz, montó gomas de seco y fue el único en hacerlo de toda la parrilla. El resto optaron por gomas de mojado, pero se dieron cuenta que la decisión correcta era la de Miller.
Entraron a cambiar sus motos al pit lane antes del comienzo de carrera, algo que dejó a Miller sólo en la parrilla. La salida de la carrera se pospuso y se decidió que el resto de pilotos salieran más retrasados que el 43. Partió en cabeza y, una vez Márquez cumplió su sanción de Ride Through, lideró hasta la vuelta 14. Luchando en cabeza con Crutchlow, Zarco y Rins, cometió un error y se tuvo que conformar con ser 4.º, un gran resultado en su segunda carrera en Ducati.
“Tengo que admitir que estoy un poco desilusionado por no haber conseguido luchar por el podio tras haber pilotado en la carrera”, afirma el italiano. “He cometido un error que me ha costado caro, pero para ser honesto estoy muy contento por este fin de semana. Creo que hemos hecho un trabajo increíble. ¿La elección de la Dirección de Carrera sobre la parrilla? Creo que han tenido que tomar una decisión difícil en un momento de mucho stress”.