Un pequeño inconveniente en el magnífico Mugello

Nick Harris recuerda un Mugello no tan cómodo como lo es ahora

Desde el momento en que el gran John Brown volvió a la oficina de Motor Cycle News para endiosar el nuevo circuito de Mugello a un joven reportero, siempre quise visitar la casa espiritual de MotoGP™. JB había presenciado la clásica batalla de1976 entre Barry Sheene y Phil Read en aquellas montañas de la Toscana, que fue decidida por solo una décima de segundo y yo hice mi visita seis años después. No me decepcioné, pero a decir verdad sí que había un pequeño inconveniente.

A pesar de todo lo glamuroso que tu trabajo pueda parecer, desde fuera lo básico es lo que importa. Volar por todo el planeta comentando el Campeonato del Mundo podría haber parecido la manera perfecta de ganarse la vida a simple vista, y es solo eso lo que mantiene a un grupo de, mayoritariamente hombres y almas viajeras, disfrutando de su labor.

Los temas de conversación varían especialmente cuando estáis en esos largos viajes. El fútbol y el sexo opuesto estaban muy arriba en la agenda de aquellos viajes a la otra punta del extenso Imperio Británico. Esa probablemente no es la mayor de las sorpresas para aquellos seres queridos, curtidos sufridores, que se quedan en casa llevando una vida normal preparados para nuestra vuelta, cargados de maletas llenas de ropa para la lavadora y excusas como el jet-lag cuando se propone el plan de ir a comer fuera. Después de todo, dame un respiro, he estado comiendo fuera cada noche desde hace tres semanas y ¡hablando de fútbol y el sexo opuesto!

De vez en cuando las conversaciones derivaban a un nivel más práctico, como cómo de malo será el tráfico al llegar al circuito, a qué hora era el almuerzo o, lo más importante, la disponibilidad del baño más cercano a nuestra posición de comentaristas. Cuatro horas de televisión en directo, a lo que hay que sumar la ingesta de grandes cantidades de agua en botella, especialmente para alguien en la edad del pelo canoso.

Incluso los circuitos más modernos han causado alguna situación comprometedora. Este fin de semana en Mugello, el circuito de pruebas de Ferrari para la F1 y la magnífica carrera de casa para MotoGP™, siempre tuvo grandes comodidades si obviamos el viejo váter. Un agujero en el suelo es siempre un agujero en el suelo aunque esté rodeado de mármol y luces brillantes. La búsqueda por un lugar donde hacer nuestras necesidades sentados se convirtió en el objetivo de nuestra labor de investigación. Finalmente descubrimos dos. El primero en el centro médico, y el segundo detrás de las cabinas de comentaristas, en la segunda planta del edificio del paddock. El único problema es que este último no tenía pestillo porque era un lavabo que estaba deshabilitado. Un colega de la BBC fue pillado en una posición comprometedora por la limpiadora mientras disfrutaba de su momento. Averiguó una forma de asegurar la puerta atando su cinturón a la puerta, combinado con un palo de fregona, pero fracasó miserablemente cuando le entró el apretón.

Imaginad nuestras celebraciones cuando llegábamos a nuestro GP favorito hace unos años y descubrir que nuestro sufrimiento e incomodidad se había acabado con unos lavabos decentes. Aún siguen las luces luminosas y el mármol, pero ahora para ser disfrutadas sentados. Ahora podemos volver a hablar de fútbol y del sexo opuesto una vez más.