Para mí, el momento de la verdad llegó en marzo de 1976. Después de los primeros cuatro meses en Motor Cycle News informando sobre el Campeonato Británico de Sidecar Trials, el Editor de Noticias me dijo que “el niño” iba a ser enviado a Misano para informar sobre el la temporada internacional de 1976. Cuando agregó "traiga un montón de citas de parte de Giacomo Agostini y Phil Read", yo ya estaba de camino vestido con mi nuevo anorak Motor Cycle azul y blanco con mi firma estampada con orgullo en el bolsillo del pecho.
La recepción en el Hotel Abners estaba adornada con fotografías de leyendas italianas; Agostini, Bergamonti y Pagani, entre otros; al igual que muchos de los circuitos urbanos eran peligrosos para competir. En 1971 un trágico accidente se llevó la vida de Angelo Bergamonti y esto hizo que se construyera el circuito de Misano.
Tuve la suerte de conocer al legendario mecánico y más tarde al jefe de prensa de Honda, Iain Mackay, en la recepción de Abners, quien de inmediato me invitó a cenar con su equipo en mi primera noche. Sentado en la cabecera de la mesa, cuando entré al restaurante, estaba el líder de su equipo, un tal Giacomo Agostini. Sí. Agostini, el 15 veces Campeón del Mundo. El italiano, que era y sigue siendo ahora el piloto con más títulos mundiales, se levantó para estrechar la mano del último recluta de MCN. Dije poco, pero asentí cuando me hablaban y simplemente comí lo que me pusieron delante.
El día de los entrenamientos amaneció con un sol bastante tapado sobre un mar Adriático gris. El Circuito de Misano se encuentra a un par de millas del mar. Era mucho más animado y ciertamente más ruidoso, con el grito y el humo de los motores de dos tiempos altamente afinados que respaldaban el hecho de que algo iba a suceder realmente en este fin de semana de marzo.
La buena vieja chaqueta MCN una vez más se hizo realidad cuando Phil Read me vio en el paddock. "Debes ser el nuevo hombre de Motor Cycle News", me preguntó, e inmediatamente me invitó a cenar esa noche. "Me quedaré en The Abners", me dijo. “El restaurante está en el primer piso". ¡Estuve con el señor Agostini, la noche anterior! Cené con Ago y Phil.
Unas ráfagas de aguanieve que caían en un mar poco atractivo saludaron a los huéspedes del desayuno al comienzo de mi gran día. Al llegar, pilotos, mecánicos y periodistas se quedaron parados: algo no iba bien.. Ago, al mirar por la ventana de su dormitorio Abners, había decidido que el aguanieve era nieve y le dijo a los organizadores de Misano que no competiría. Ellos analizaron el estado de la pista rápidamente y lo cancelaron.