En el Gran Premio Octo di San Marino e della Riviera di Rimini los italianos brillaron en todas las categorías, pero faltó el plato fuerte: Valentino Rossi (Yamaha MotoGP Movistar). ‘El Doctor’ concluyó en el séptimo lugar y las dificultades técnicas no lo abandonaron incluso en su GP de casa. Rossi cruzó la línea de meta a 19 segundos del ganador Andrea Dovizioso y se vio obligado a cederle el segundo puesto en la clasificación. La situación actual en Yamaha no mejora pese a que realizaron test en Misano y Aragón: 22 son las carreras de sequía. Maverick Viñales también sufrió problemas y acabó quinto, pero sin opciones de luchar con los punteros.
Rossi lamenta lo ocurrido, especialmente por sus fans: "Es un momento técnico difícil. Es una gran pena, había un gran ambiente y quería hacer una buena carrera aquí, cerca de todos los aficionados, a quienes siempre agradezco que estén ahí. No es fácil mejorar, también porque Honda y Ducati han dado un importante paso adelante”,
El cambio de temperatura ha sido clave: “Esta mañana había 15ºC menos, en teoría deberíamos ir más rápido, pero no hemos podido hacer nada. He tenido dificultades para frenar y problemas con el neumático delantero. En la carrera hemos tenido poco grip debido al aumento de las temperaturas… pero la situación no ha sido muy diferente a la del sábado, así que es realmente agotador".
Viñales tampoco consiguió buenas sensaciones: “Ha sido complicado porque estaba contento tras la salida. Pensaba que podía tener el ritmo de los de cabeza, pero, como siempre, las sensaciones siempre son peores el sábado que el domingo. Tenemos que comprobar bien qué ha pasado, ya llevamos un año y medio así”.