Mi antiguo editor de noticias solía aplicar dos ideas a la actualidad de los hechos: todas las noticias son buenas noticias y nunca arruinan una buena historia con los hechos. No estoy seguro de concordar con sus ideas ahora, después de lo que sucedió en Misano el domingo pasado.
De repente MotoGP™ estaba en el radar de los medios internacionales, que exprimieron la noticia. El vergonzoso acto de Romano Fenati en Misano se transmitió por todo el mundo en video en cuestión de segundos. Mi siesta usual de los domingos por la noche fue interrumpida por un video del incidente en las noticias de la televisión nacional que había ignorado la victoria de Cal Crutchlow en ese mismo Gran Premio hace un par de años. Por la mañana, mi diario favorito, que no podía ofrecer una columna de pulgada en su enorme sección deportiva cuando Marc Márquez se adjudicó el título en noviembre pasado, dio media página de fotografías para mostrar a sus lectores lo que sucedió en la carrera de Moto2™. Incluso en mi pub local, donde el tema principal de conversación suele ser el fútbol y la F1, la acción de Fenati fue lo más comentado.
Tenemos que aceptar que para obtener MotoGP™ en las noticias de la noche o en las secciones de deportes de los diarios, tiene que haber algo más que un ángulo de carrera. Por supuesto, me enoja mucho, pero tuve que aprender a aceptarlo. Simplemente no importa si tuvimos el final más ajustado y la carrera sensacional en los 69 años de historia de las carreras, importa más que Rossi no estreche la mano de Márquez o que tenga problemas con las autoridades fiscales italianas.
Siempre ha sido la misma historia. En los años setenta fue la revelación de la página principal sobre el romance entre Barry Sheene y Stephanie en el hotel Kobenzl en la víspera del Gran Premio de Austria que llegó a los titulares. Es comprensible que las muertes trágicas de la leyenda del TT Joey Dunlop y Marco Simoncelli hayan recibido una cobertura masiva y merecida. La supuesta reunión de Rossi y Max Biaggi en los escalones del podio de Barcelona y años antes de las caídas masivas entre Phil Read y sus compañeros de equipo Bill Ivy y Giacomo Agostini que han entusiasmado a los medios.
Me temo que tenemos que aceptarlo porque es parte del juego, pero es un arma de doble filo. Si queremos más cobertura, lo que genera más interés e inversión en el deporte, tenemos que aceptar y, en algunos casos, alentar estos hechos que a veces están fuera del deporte. Pero tiene que haber límites estrictos. Al entrar en la carrera de Aragón este domingo, creo que volvería al consejo favorito de mi madre cuando estaba partiendo hacia los viajes de mi vida. Ella me dijo que que no haya ninguna noticia, es la mejor noticia; creo que todos nos quedaríamos con eso este fin de semana en España.