Pese al pesimismo que rodea a Valentino Rossi, estamos viendo la mejor versión del nueve veces campeón del mundo. Aunque las Yamaha no están mostrando su potencial debido a motivos técnicos, el italiano mantiene la tercera posición en el campeonato, algo casi milagroso, teniendo en cuenta que la marca de Iwata está sufriendo carrera tras carrera. Los números también indican que el italiano está dando más que su montura.
Cuando todo parecía perdido en Aragón tras la 18.ª posición en parrilla, el 46 no bajó los brazos. Finalmente tuvo que salir 17.º gracias a la sanción impuesta a Franco Morbidelli. Arrancaba muy atrás en parrilla, pero ya desde el Warm Up comenzó a trabajar y logró acabar 5.º. Sin un ritmo extraordinario, en carrera logró llegar hasta la 8.ª posición, ganando 9 posiciones y completando la mayor remontada de la temporada.
Dicho esto, mantiene la tercera plaza en la clasificación del Mundial, superando a Jorge Lorenzo, que cuenta con una Ducati oficial y a Dani Pedrosa, que tiene una Honda también de fábrica.
Para medir su nivel, es necesario compararlo con el de el resto de las motos de los diapasones. Esta temporada, el piloto de Tavullia ha sido la mejor Yamaha en 8 de las 13 carreras que se han disputado. Desde su equipo personal ya han admitido varias veces que, cuando Rossi tenga una moto ganadora, podrá luchar por podios y victorias. De hecho, la llegada de un experto en la electrónica como Michele Gadda, proveniente del equipo Yamaha de WorldSBK, ha ayudado a paliar el grave déficit que vienen arrastrando las M1 en la parte electrónica. Algo de lo que se había venido quejando amargamente tanto Valentino como su compañero de equipo, Mavercik Viñales, durante esta temporada y que sin duda está siendo el caballo de batalla.
Todo ello nos lleva a una reflexión… Con Yamaha ya pensando en 2019 y la mejor versión de Rossi sobre la pista… ¿Podrá dar un paso adelante a partir del test de Valencia?