Puede que no garantice ganar Grandes Premios, pero la velocidad punta sigue encendiendo el alma. Cuando me enteré de que Andrea Dovizioso había desaparecido como un relámpago rojo a través de las colinas de Mugello antes de usar cada parte de su cuerpo para frenar en la temida curva de derecha de San Donato en un tiempo récord de 356,7 km/h el sábado por la mañana, me encendí. Estoy seguro de que no fui el único. Nos fascina la velocidad máxima en todos los deportes.
¿Qué velocidad alcanzó el penalti ejecutado por Mo Salah al perforar la red en el segundo minuto de la final de la Champions League el sábado por la noche? ¿A qué velocidad fue el saque de Rafa Nadal en Roland Garros durante el fin de semana? Todo el debate y el alboroto mediático en torno a la Copa Mundial de Críquet que arrancó en Inglaterra y Gales la semana pasada ha sido acerca de la velocidad que ya ha infligido un daño importante a los bateadores.
MotoGP™ y todos los deportes de motor a cualquier nivel no son ajenos al debate. Los tiempos por vuelta, la estrategia de carrera y la elección de los neumáticos ganan carreras y Campeonatos del Mundo, pero la pregunta más recurrente entre el público es: ¿A qué velocidad van estas motos?
¿Cómo debe ser estar a lomos de una moto a esa velocidad? Es una sensación que la mayoría de nosotros nunca tendremos el privilegio de experimentar. Los pilotos te dirán que todo lo que supere los 300 km/h no se siente diferente, aunque en Mugello, en particular, no me lo creo del todo. Después de haber sido testigo de los accidentes de Shinya Nakano y Marc Márquez en el circuito italiano, no hace falta que os recuerde lo rápido que iban.
Siempre ha sido igual en los 70 años de historia de los Grandes Premios. Recuerdo la emoción cuando se comunicó que Shinchi Itoh había pulverizado los registros de velocidad en el entrenamiento para el Gran Premio de Alemania de 1993 a través de los bosques de Hockenheim, pilotando a más de 200 mph (321.8 km/h). Con la Honda de dos tiempos NSR 500cc con inyección de combustible, era la primera vez que se registraba una velocidad de más de 200 mph. Tuve que comprobar que fue su compañero de equipo, Daryl Beattie, el que ganó la carrera, pero me acordé de Itoh por el nuevo récord de velocidad punta.
Danilo Petrucci ha demostrado con su magnífica primera victoria en el GP italiano en Mugello que la velocidad punta de Mission Winnow Ducati ha contribuido a este triunfo, que ha demostrado también un par de cosas más. Nunca dejes de perseguir tu sueño. Fue la 124ª carrera del Campeonato del Mundo para Petrucci y un gran tipo logró llevarse el premio gordo. Siempre dijimos que Danilo había sido policía, pero sinceramente, no puedo imaginarme que arrestara a nadie. Quizás lo pusieron a cargo de la pistola de radar para comprobar la velocidad máxima de los motoristas, aunque no sé si habría registrado los 356,7 km/h de su compañero Dovizioso el sábado por la mañana. Incluso Danilo tendría que haberlo arrestado después de eso.