El Gran Premio PTT de Tailandia que arrancó este viernes en el Circuito Internacional de Chang puede guardar aún varios golpes escondidos. Más allá de lo que suceda en la pista, los pilotos y sus respectivos equipos miran al cielo de Buriram ante la incertidumbre de las condiciones en las que rodarán el resto del fin de semana.
Después de una primera jornada en seco en la que el calor se hizo notar, el paddock de MotoGP™ podría experimentar a partir del sábado el desafío de rodar por primera vez en el trazado tailandés en condiciones de mojado. Si la previsión meteorológica sigue su curso, la lluvia y las tormentas eléctricas podrían jugar un papel protagonista en las dos próximas jornadas.
De cara al sábado, existe un 60 por ciento de posibilidades de lluvia, con tormentas dispersas que se extenderán por toda la región. Esto podría provocar que las sesiones de entrenamientos libres del viernes adquieran una mayor trascendencia, ya que los resultados actuales podrían ser virtualmente definitivos de cara al corte de la Q2.
La incógnita meteorológica también se mantiene muy viva de cara al domingo, para cuando se prevén tormentas dispersas hasta el mediodía, cuando el cielo, presumiblemente, se volvería parcialmente nublado, justo a tiempo para celebrar las carreras de Moto2™ y MotoGP™.
Teniendo en cuenta que el índice de humedad rozará el 80 por ciento, exigiendo de forma sofocante a los pilotos, las condiciones de todo el fin de semana podrían suponer uno de los mayores desafíos de la temporada 2019, justo en la cita en la que Marc Márquez (Repsol Honda Team) dispone de su primera pelota de partido para alzarse campeón. El cielo de Buriram, por tanto, podría cambiarlo todo. ¿Descargará con fuerza o concederá alguna tregua?