Jorge Lorenzo conmocionó al paddock de MotoGP™ el pasado mes de noviembre al anunciar su retirada en la previa del último Gran Premio de la temporada disputado en Valencia. Tras muchas semanas de incertidumbre sobre su futuro, el balear ha anunciado esta semana su regreso a Yamaha Factory Racing como piloto de pruebas.
El reencuentro con la M1 que le brindó tantas alegrías en el pasado se producirá de forma inmediata, ya que Lorenzo participará en el Shakedown que arrancará en Sepang este domingo 2 de febrero y se prolongará a lo largo de tres jornadas. De momento, su rol como probador está claro, pero desde Iwata se reservan la posibilidad de volver a contar con el 'Espartano' en las carreras.
El comunicado emitido por Yamaha para anunciar la incorporación de Lorenzo al equipo de pruebas comandado por Silvano Galbusera fue claro al respecto: "Por el momento, no hay planeada ninguna 'wild card' para Lorenzo en 2020, pero Yamaha está abierta a la posibilidad, si decide volver a correr".
Muchos aficionados se han aferrado de forma inmediata a esa "posibilidad" de la que habla Yamaha. La opción de volver a ver a Jorge compitiendo con la M1 resulta especialmente sugerente, después del imborrable legado que el '99' dejó con el constructor japonés, con el que conquistó sus tres títulos mundiales de la categoría reina en 2010, 2012 y 2015.
No se trata, de hecho, de una opción descabellada, ya que resulta habitual ver a los pilotos probadores disfrutando de alguna 'wild card' a lo largo de la temporada, tal y como hicieron el pasado curso pilotos como Bradley Smith (Aprilia), Michele Pirro (Ducati), Stefan Bradl (Honda) y Sylvain Guintoli (Suzuki), que gozaron de varias 'wild cards' cada uno. Al otro lado de la balanza, en cambio, figura una Leyenda de MotoGP™ como Dani Pedrosa, que prefirió centrarse exclusivamente en su rol como probador de KTM sin tener presencia en las carreras, delegando en Mika Kallio la responsabilidad de suplir a Johann Zarco.
El propio Lorenzo ofreció algunas pistas en sus primeras declaraciones tras regresar a Yamaha. "Creo que este es un papel adecuado para mí. Conozco bien al equipo y a la M1", comentó para definir su nuevo rol, consciente de que la exigencia pasa a ser menor: "Me permite hacer lo que me gusta, pilotar motos y llegar al límite, mientras disfruto de un estilo de vida un poco más tranquilo que en años anteriores".
Al margen de reivindicar su gran motivación, Jorge expresó su deseo de sacar a relucir su mejor versión para involucrarse en "el futuro de Yamaha". "Espero que mi experiencia al pilotar sea útil para los ingenieros y pilotos para devolver el título a Yamaha", sentenció al respecto. ¿Podrá ir un paso más allá y volver a medirse en pista con los pesos pesados de la parrilla?