A primera vista, el emblemático Red Bull Ring de Austria es el circuito más sencillo de MotoGP™ para hacer bien las cosas. Con sólo 10 curvas, es un trazado sin grandes complicaciones, que cuenta con 3 rectas marcadas por curvas lentas, dando a las motos con mayor velocidad punta una fuerte estabilidad en la frenada, lo que supone una clara ventaja sobre las que dependen de un mayor paso por curva para brillar.
Pero el Red Bull Ring presenta un desafío único. En primer lugar, es la pista más rápida del calendario en términos de velocidad media: el récord de vuelta se sitúa en 1 minuto y 23 segundos, recorriendo sus 4,3 kilómetros a una velocidad media de 183,2km/h, más rápido que Phillip Island, que es el siguiente trazado con mayor velocidad media. Se estima que los pilotos aceleran a fondo durante el 39% de la vuelta, 10 veces más que el segundo circuito más rápido.
En este circuito no hay margen para el error. Las zonas de frenada fuerte, que son las curvas 1, 3 y 4, exigen una precisión total. Si no se respeta al máxima la trazada en la frenada es muy fácil salirse de la línea y perder un tiempo crucial que es casi imposible de recuperar en el resto de la vuelta.
Todo comienza con la subida hacia la primera curva donde los pilotos pasan de la sexta marcha a segunda en apenas un segundo. Es necesario hacer perfecta la primera curva para asegurarse de que el piloto toma un buen impulso hacia el desnivel que conduce a la tercera curva. Llegamos a una de las curvas más lentas de todo el calendario, es mejor cogerla desde la parte izquierda de la pista antes de pasar de la sexta a primera marcha.
Continúa con una bajada con gran inclinación hacia la curva 4. Al acercarse a la bajada, hay que frenar en la zona correcta antes de reducir de sexta a segunda marcha y continuar frenando hacia el vértice interior. Un momento cumbre para evitar una desafortunada salida de pista.
La larga curva 5 pondrá a prueba la gestión de la aceleración del jugador mientras se dirige hacia la curva 6. La primera curva de izquierdas del circuito tiene que afrontarse con mucho cuidado y hay que asegurarse de que el flanco izquierdo del neumático delantero, que seguramente está frío, no sea llevado al límite.
Las curvas 6 y 7 ofrecen la oportunidad de probar la habilidad del jugador antes del rápido cambio hacia la curva 8, que debe ser ejecutada a la perfección para preparar una oportunidad única de adelantamiento en el corto tramo que conduce hacia la curva 9.
La curva de derechas de 90 grados tiene que ser afrontada en segunda marcha haciendo énfasis en la salida de la misma para poder afrontar la lenta curva 10 con la agresividad necesaria. Como demostró Dovizioso en la emocionante carrera de MotoGP™ este año, la vuelta perfecta puede ser culminada si se ejecuta a la perfección. Asegúrate de no frenar demasiado tarde, ya que es una zona donde se penaliza el exceder los límites de la pista.
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¿Quién ganará la segunda batalla de la temporada? Descúbrelo el viernes 2 de octubre a las 16:00 (GMT+2)