"Libertad, independencia, renacimiento: el poder de la moto"

Ver un Gran Premio mientras se ayuda a salvar vidas en África, esta es la misión de Andrea Coleman a través de 'Two Wheels for Life'

Hay eventos que cambian la vida para siempre, pasiones que marcan nuestras existencias y percepciones que tienen el poder de cambiar a mejor la vida de personas que no conocemos, pero por las que estamos dispuestos a comprometernos para que tengan una existencia mejor. Para Andrea Coleman, la moto es una compañera de vida: tanto como instrumento de competición, como herramienta de trabajo, pero sobre todo como "medio" para saborear la libertad en su más pura esencia.

Al mismo tiempo, Andrea siempre se ha preocupado por poner la asistencia médica al alcance de quienes viven en países pobres, donde el acceso a la sanidad es un auténtico lujo, reservado a unos pocos.

En esta historia la moto es una constante que marca el final pero también el renacimiento. Andrea ha encontrado en su irrefrenable deseo de transmitir coraje, esperanza y amor por el combustible que ha visto nacer 'Two Wheels For Life', una organización sin ánimo de lucro en la que Randy Mamola se unió para comprometerse en primera línea, y que ha permitido a cientos de trabajadores sanitarios llegar a las zonas más remotas de África, utilizando la agilidad de las dos ruedas para asistir a miles de personas cada año, desde 1991. 

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Con un amor incondicional por el deporte y el deseo de poner su granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor, Andrea llegó a la edad adulta. "No quería ir a la universidad, sólo pensaba en competir. Durante unos años trabajé para ahorrar el dinero que me permitiera competir y viajar -dice-. Más tarde trabajé para el Chelsea Football Club y luego me casé con Tom Herron, un corredor de motos profesional. Viajando con él por Europa aprendí a gestionar un equipo y a conseguir patrocinios. En 1979, Tom perdió la vida pilotando una Suzuki de fábrica en la carrera North West 200, en Irlanda del Norte. En aquella época había muchos riesgos y peligros. Dorna Sports, junto con la FIM y la IRTA, han transformado los Grandes Premios poniendo la seguridad en el centro de este deporte".

Tras la muerte de su marido y con dos niñas gemelas que criar, Andrea se alejó del mundo de las carreras. Hasta que un día Randy Mamola, que conocía bien la historia de Andrea, se puso en contacto con ella: "Necesitaba a alguien que se ocupara de sus relaciones públicas. Me daba miedo volver al paddock de las carreras, pero cuando Randy me propuso trabajar con él, pensé que juntos podríamos hacer algo bueno, demostrando que las motos pueden ser una forma de salvar la vida de muchas personas".

Fue trabajando junto a Randy Mamola cuando Andrea encontró la manera de "conectar los puntos" haciendo de las competiciones un recurso para apoyar iniciativas: "Se me ocurrió la idea de crear un 'fundraising', pidiendo a los pilotos artículos como sus botas, guantes, celebrando divertidas subastas para los aficionados. La recaudación me permitió reunir los fondos necesarios para crear una organización, a través de las motos, que ayudara a las personas necesitadas".

Así, en los años 80, Andrea junto con su nuevo compañero de vida Barry Coleman y sus buenos amigos Randy Mamola y Kenny Roberts dieron vida al "Day of Champions", una jornada organizada durante el Gran Premio de Gran Bretaña en la que recaudaban fondos para organizaciones sin ánimo de lucro. Luego hicieron su primer viaje con 'Save The Children' para conocer a algunas de las personas que recibían su ayuda y conocer cuáles eran sus necesidades. En esa ocasión, se dieron cuenta de que faltaba ayuda enfocada al transporte: "Se enviaban motos, ambulancias y otros vehículos, pero a menudo se averiaban y esto se convertía en un desperdicio de recursos que ponía en peligro la vida de muchos hombres, mujeres y niños. En ese momento, nos aseguramos de que las motocicletas se convirtieran en un medio útil para salvar la vida de tantas personas que vivían en zonas rurales".

A partir de ese momento, fundaron una nueva organización benéfica, 'Riders For Health', para formar a los trabajadores sanitarios en la conducción y el mantenimiento de motocicletas, con el fin de garantizar la atención y las visitas médicas al mayor número posible de personas en todos los rincones del continente africano.

"En 1996 Barry fue a Gambia, donde conoció a un joven llamado Ali Ceesay, que mantenía unas cuantas motocicletas sin repuestos y con muy pocas herramientas - continúa relatando Andrea -. Barry le ayudó a desarrollar sus habilidades y Ali se convirtió en el primer miembro de Riders for Health en África. Nos apoyamos a el y luego, poco a poco, fuimos encontrando más y más personas locales con talento para gestionar estos programas. Unos años más tarde, la compañía petrolera Castrol nos pidió que gestionáramos 16 de sus motocicletas en Lesotho y a partir de ahí nuestra iniciativa comenzó una verdadera expansión. Ese programa lo dirige ahora una mujer increíble llamada Mahali Hlasa".

A principios de la década de 2000, tras la llegada de Dorna Sports como promotora del Campeonato del Mundo de MotoGP™, Andrea solicitó y obtuvo una reunión con el CEO Carmelo Ezpeleta para explicarle la misión de 'Riders For Health': "Lo que hacíamos fue recibido con gran entusiasmo y nos convertimos en la organización sin ánimo de lucro de referencia para el Campeonato. Con el apoyo total de Carmelo cambiamos nuestro nombre a 'Two Wheels For Life'. El hecho de contar con el apoyo de MotoGP™ y de los aficionados a este deporte nos da una gran visibilidad y apoyo. Cada vez que añadimos una moto más a nuestra flota creamos el acceso a la salud de más de 5.000 personas. Al mismo tiempo, los aficionados que nos apoyan pueden vivir experiencias únicas durante el Gran Premio, donde, a pesar de estar inmersos en un contexto centrado en la competición, tienen la oportunidad de vivir un momento de máxima humanidad".

A lo largo de los años, representantes de Dorna Sports han visitado varios de los lugares en los que opera 'Two Wheels for Life', conociendo a pilotos imparables. En África, la línea de meta nunca es la misma, pero en cada parada estos pilotos-operadores llevan la esperanza, junto con sus cuidados.

La moto, un instrumento de libertad y renacimiento

El miedo a la enfermedad, el contagio, la marginación y la muerte han irrumpido en la vida cotidiana de todos con la propagación de la pandemia del Covid-19. Pero miles de personas en África viven con estos temores desde hace mucho más tiempo. Algunas enfermedades pesan como estigmas sobre las comunidades africanas y, en el caso de contraer estas infecciones, el precio a pagar es la expulsión de la comunidad y, la mayoría de las veces, las mujeres sufren las consecuencias más graves.

La existencia de una persona puede salvarse de muchas maneras. Andrea y 'Two Wheels For Life' han identificado las motocicletas y la formación como dos herramientas útiles para ofrecer un nuevo comienzo a quienes, de otro modo, estarían condenados a la segregación: "Las motos ofrecen a las personas independencia y visibilidad -dice Andrea- Hace años enseñamos a un grupo de mujeres de Kenia con AIDS a conducir y mantener sus motos para que pudieran llegar a varios pueblos, demostrando que a pesar de ser positivas por una enfermedad similar es posible contribuir al bienestar de los demás explicándoles la importancia de la nutrición, la prevención y transmitiendo confianza a otras mujeres. Además, al haberse convertido en excelentes motociclistas están contribuyendo a disminuir los muchos prejuicios que hay contra los que tienen el AIDS".

En las comunidades del África rural, las mujeres son importantes porque cuidan de sus familias, pero rara vez son valoradas por sus talentos. También en este caso, Andrea habla de quienes han visto cómo su vida ha cambiado a mejor: "Una de las mujeres a las que formamos nos dijo que había ganado más respeto y consideración por parte de su marido y de toda su comunidad después de aprender a conducir y manejar su motocicleta, convirtiéndose así en un punto de referencia y un recurso valioso para su pueblo".

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En un continente en el que las carreteras y las infraestructuras son a menudo una utopía, al igual que la posibilidad de obtener tratamientos y medicinas, 'Two Wheels For Life' se compromete a garantizar que quienes viven en las zonas más aisladas del continente puedan encontrar consuelo oyendo el lejano rugido de una motocicleta acercándose a su pueblo: "A lo largo de los últimos 30 años ha habido muchas historias de personas que, gracias a la intervención de nuestros 'Riders' siguen vivas - dice Andrea, mencionando un episodio en particular - Un día el director del programa en Gambia nos llamó para expresar el agradecimiento de un hombre que vivía en una zona remota del país. Sin la atención médica que llegaba a su comunidad, su mujer habría muerto en el parto mientras intentaba dar a luz a gemelos. Si, de entre todas las personas, esa madre y esos dos bebés están a salvo, es gracias a toda la comunidad motociclista de MotoGP™ y eso es algo de lo que hay que estar muy orgulloso".

En el nacimiento y crecimiento de 'Two Wheels For Life', la contribución del cofundador Randy Mamola ha sido inmensa, como señala Andrea: "Su capacidad para comunicarse y relacionarse con personas de todas las edades es increíble. Su compromiso ha sido inigualable a la hora de gestionar y establecer relaciones con Dorna y con todos los integrantes del paddock".

Poner la primera marcha para llegar lejos

Para pilotar una moto se necesita equilibrio y concentración, Andrea lo sabe bien, pero estas dos características son poderosas incluso una vez que te quitas el casco: "A veces la vida te pone delante de situaciones tan complicadas que te quitan el sueño. Pero el hecho de estar vivo es precioso -señala - El arte, como el deporte, la música o los libros pueden ser de gran inspiración representando el estímulo que necesitamos para decir: adelante".

Escuchando a Andrea pienso que quizás esta sea la clave de su historia: seguir adelante manteniendo el equilibrio y la concentración, encontrando en las dificultades las raíces para dar un nuevo comienzo a la vida.