Quizá no equivale a ganar carreras, pero nos fascina la velocidad punta. Mugello, el Templo de la Velocidad, fue el escenario para presenciar dicho espectáculo en su máxima expresión. A veces, y especialmente si se ve en la pantalla, es muy fácil olvidar lo rápido que se desplaza una moto moderna de MotoGP™. Si tienes alguna duda, sitúate en la cima de la subida de la recta principal de Mugello, de 1,1 km, y concéntrate en el instante que se aproxima. Si parpadeas te lo pierdes. Si intentas girar la cabeza para seguirlo, no tienes ninguna posibilidad. Levantando la rueda delantera en la cima han desaparecido en un parpadeo antes de frenar tan fuerte ante la curva de San Donato en la parte inferior de la colina que sus discos de freno alcanzan una temperatura de 770ºc.
El domingo, Jorge Martín, a lomos de la Ducati del Prima Pramac Racing, fue cronometrado a 363,6 km/h en la subida antes de frenar para afrontar la aterradora primera curva a 95 km/h. Es la velocidad más rápida jamás registrada en los 74 años de historia de los Grandes Premios. Para llegar a la curva con seguridad, los pilotos frenan durante unos 5,9 segundos en una distancia de 317 metros. Ni siquiera el Mercedes de Lewis Hamilton en la Fórmula 1 pudo igualar esa velocidad punta en la cima el año pasado. En el primer Gran Premio de F1 en Mugello se cronometró a 322,1 km/h, aunque, por supuesto, la frenada era mucho más corta y la velocidad a través de San Donato mucho más rápida sobre cuatro ruedas.
Irónicamente, fueron dos caídas en Mugello las que me hicieron ver lo rápido que van los pilotos. Milagrosamente, ambos pilotos se libraron de sufrir lesiones graves. La caída de Shinya Nakano en 2004, cuando el neumático trasero reventó en su Kawasaki, se produjo momentos después de que yo estuviera de espectador en la cima de Mugello, donde comenzó la caída. Cayó al asfalto a unos 305 km/h. Nueve años más tarde, estaba comentando cuando Marc Márquez se cayó de la Repsol Honda en el mismo punto. Las caídas a esa velocidad son aterradoras, pero el hecho de que tanto Nakano como Márquez pudieran correr ese fin de semana ilustra las enormes mejoras que se han producido en el equipamiento de los pilotos, la seguridad en la pista y la intervención médica inmediata.
Este fin de semana, el escenario donde se celebró la primera prueba del Campeonato del Mundo en 1949 regresa tras dos años de ausencia. El legendario circuito de montaña de 60,721 km de la Isla de Man fue el escenario de la primera carrera de la categoría reina. Harold Daniell llevó a Norton a la victoria en su único Gran Premio. Su máquina monocilíndrica de cuatro tiempos tenía una velocidad punta cercana a los 200 km/h. La vuelta más rápida de la carrera de siete vueltas fue de 144,383 km/h, conseguida por Bob Foster con su Moto Guzzi. Hace cuatro años, Peter Hickman dio una vuelta al circuito a una velocidad media de 217,98 km/h con una máquina capaz de alcanzar unos 340 km/h de velocidad punta.
Una hazaña ha permanecido en los libros de récords durante los últimos 45 años. En 1977, Barry Sheene, a lomos de una Suzuki de 500cc, dio una vuelta al antiguo circuito de 14,120 km de Spa Francorchamps a 220,721 km/h. Sigue siendo la vuelta más rápida jamás registrada y también estableció la media de carrera más rápida de todos los tiempos: 217,370 km/h. La longitud del legendario circuito belga se redujo poco después por motivos de seguridad. Hoy en día, incluso el circuito más corto de Spa no se considera lo suficientemente seguro para MotoGP™. Es lógico pensar en la velocidad punta y en la diferencia de los tiempos por vuelta después de más de cuatro décadas.
Recuerdo la emoción en el media centre y en el paddock de Hockenheim en el Gran Premio de Alemania de 1993, cuando se ratificó la primera velocidad punta de más de 200 mph (322 km/h). Se produjo en la última sesión de clasificación, cuando el piloto japonés Shinichi Itoh, a lomos de la NSR Rothmans Honda, pasó por el detector de velocidad del circuito de 6,792 km. Todos pensamos que eso era acercarse al límite. Han pasado 29 años. Martín fue increíblemente 40 km/h más rápido el pasado domingo.
Esta semana, el Campeonato del Mundo de MotoGP™ llega a Catalunya, donde las velocidades punta se acercan a las proporciones de Mugello en la recta principal. ¿Cuándo se alcanzará el límite máximo de velocidad?
La respuesta sencilla es nunca. ¿Dónde estaremos dentro de otros 29 años? ¿Quizás en algún punto cerca de los 400 km/h?