Crivillé y su camino hacia convertirse en leyenda

En el GP de Cataluña el piloto español será nombrado MotoGP™ Legend tras una carrera llena de significativos éxitos para el motociclismo español.

Durante la jornada del viernes del próximo Gran Premio Monster Energy de Cataluña, Álex Crivillé entrará al salón de la fama del Campeonato del Mundo al ser nombrado MotoGP™ Legend.

Crivillé fue en 1999 el primer piloto español en ganar el Campeonato del Mundo de 500cc; un pionero entonces en la inasequible categoría del «medio litro» que inició la senda de éxito que continúan recorriendo casi dos décadas después los mejores pilotos españoles de MotoGP™.

«El noi de Seva» se estrenaba en el Campeonato del Mundo en 1987 compitiendo en la extinta categoría de 80cc, en la que consiguió un podio en su primera carrera celebrada en Jerez y se proclamó subcampeón del mundo en 1988.

En 1989 daba el salto a la categoría de 125cc y se hacía con el título en su primera tentativa tras lograr cinco triunfos por el camino. Las dos siguientes temporadas competía en 250cc con Yamaha y JJ Cobas sin éxitos reseñables, justo antes de alcanzar la categoría reina en 1992, junto a Sito Pons al manillar de una Honda NSR500.

En la temporada de su debut se convertía en el primer piloto español en subir al podio (Malasia) y en conseguir una victoria en la categoría reina (Assen). Más tarde, en 1994, firmaría por el equipo de fábrica Honda para convertirse en el compañero de Mick Doohan. Crivillé era de cara a HRC el complemento ideal al australiano, que se hacía con cinco títulos consecutivos en los años siguientes.

El de Seva terminaba subcampeón en 1996 y tercero en 1998, pero era en 1999 cuando consiguió el éxito que le elevaría al estatus de leyenda.

El accidente que acababa con la trayectoria de Doohan en la tercera carrera de la temporada hizo que dentro del equipo HRC recayese sobre Crivillé la responsabilidad de ganar título. El español ejercía un fuerte dominio durante la primera mitad de una temporada en la que terminaría ganando seis carreras para convertirse en el primer español campeón del mundo de 500cc en la penúltima ronda del año, en Brasil.

Desafortunadamente, sólo vencería en una única carrera en su temporada como campeón en título de la categoría reina, y también comenzó a verse afectado en 2000 por vértigos que terminaron precipitando su retirada durante la pretemporada de 2002.

Durante su trayectoria Crivillé participó en 193 Grandes Premios y acumuló 20 victorias, 66 podios y 12 pole positions. Pero no todo es cosa de números, Crivillé fue quien rompió el hielo e inauguró el periodo de éxitos del motociclismo español en la categoría reina, inspirando a las generaciones que hoy dominan el campeonato.