Los entusiastas de los Países Bajos adoran las carreras de velocidad y lo demuestran cada año llenando las tribunas del circuito de Assen. Este año volverán a contar con un piloto local al que animar, ya que el debutante Bo Bendsneyder (Red Bull KTM Ajo) hará su primera aparición ante su público en el Campeonato del Mundo de Moto3™. El último piloto holandés en militar en la menor de las categorías fue Scott Deroue en 2014.
Al igual que muchos otros, Bendsneyder comenzó a competir en minimotos en el campeonato holandés antes de participar en el distintas competiciones de iniciación como la Moriwaki Junior Cup a partir de 2011. En 2013 dio sus primeros pasos sobre máquinas de GP con distintas salidas en los campeonatos nacionales de Gran Bretaña y Alemania. Al mismo tiempo, también participó como wildcard en la Pata European Junior Cup WSBK en Assen y Nürburgring, ganando en ambas ocasiones a pesar de no haberse subido antes a la montura empleada en el certamen.
A partir de ese momento se unió a la Red Bull MotoGP™ Rookies Cup en 2014. Ese año Bendsneyder lograba su primera pole en su tercera salida, de nuevo en Assen, logrando la victoria en la segunda carrera del fin de semana.
In 2015 el joven holandés demostró estar un paso por delante del resto en la categoría, ganando las cinco primeras carreras de la temporada en 2015, dos de ellas de nuevo en Assen. Su rendimiento le hizo ganarse una plaza en el equipo Red Bull KTM Ajo para 2016.
Bendsneyder ha estado desde el principio de temporada en los puntos con la décimo cuarta plaza en Qatar, pero en las siguientes carrera no era capaz de repetir este resultado. Sin embargo, sí ha terminado todas las carreras, ganando experiencia en cada vuelta. Su calma a la hora de afrontar las carreras volvía a tener su premio en el pasado GP de Cataluña, logrando de nuevo puntuar con la undécima posición. De esta forma, ahora se encuentra en el momento perfecto para volver a correr ante su público en Assen, donde contará con una máquina capaz de conseguir la victoria.
A Hans Spaan le corresponde el honor de haber sido el último piloto holandés en ganar un GP del Campeonato del Mundo, concretamente el GP de Checoslovaquia de 1990. Spaan fue junto al italiano Ezio Gianola uno de los primeros pilotos oficiales de Honda en la era de los motores monocilíndricos en 125cc a partir de 1988. Luchó por el título hasta la última carrera del año en 1989 contra Álex Crivillé, y al año siguiente con Loris Capirossi y Stefan Prein, pero en ambas ocasiones resultó subcampeón.
Con un total de nueve victorias y nueve podios repartidos en las categorías de 80 y 125cc, Spaan se retiró en 1994. Actualmente dirige la formación de Moto3™ RW Racing GP, con la que la temporada pasada logró la victoria en Indianápolis el piloto belga Livio Loi.
Si nos remontamos en el tiempo, a finales de la década de los 70 y comienzos de los 80 los pilotos holandeses destacaron especialmente en 500cc. Boet van Vandulem logró con Suzuki una única victoria y tres podios más en el «medio litro», y Jack Middelburg se haría con dos victorias y otros dos podios durante en el mismo periodo.
Sin embargo, el holandés más exitoso de la época en 500cc acabaría siendo Wil Hartog, que venció en cinco ocasiones entre el 1977 y 1980, una época marcada por el inimitable Kenny Roberts o Randy Mamola, cabezas de una nueva generación de pilotos norteamericanos llamados a marcar una era dorada en la competición.