“Para mí, el título está entre tres pilotos. Creo que está entre Dovizioso, Viñales y yo. Al 90% se decidirá en Valencia”.
Esto es lo que espera el actual campeón del mundo y líder del Mundial de este final de año. Una batalla a tres bandas entre Andrea Dovizioso (Ducati Team), Maverick Viñales (Movistar Yamaha MotoGP) y él. En una temporada irregular, Márquez afronta el último tramo de 2017 con 16 puntos de ventaja a falta de 100 para disputarse.
“Lo más difícil fueron las primeras cinco carreras”, explica el cinco veces campeón del mundo. “Iba bastante lento, tomaba muchos riesgos, muchas caídas… Tras Le Mans y Mugello me dije: OK, será imposible”. Continúa: “Pensé que no podía, intentaba no arriesgar y acababa 6.º o 7.º Intenté cambiar mi mentalidad y ser paciente. Creo que cada pequeño detalle puede cambiar completamente tus sensaciones. Por supuesto, cada movimiento cuenta”.
Márquez también cree que es importante saber cuándo atacar: “Será clave entender dónde podemos luchar porque en algunas carreras Viñales y Dovizioso serán más rápidos. Si me siento bien, intentará atacar; si no, será mejor acabar y sumar algunos puntos”.
Motegi es, sin duda, un lugar especial para Márquez. Más que por el número de victorias (un total de tres: una en 125cc, otra en Moto2™ y otra en MotoGP™), por el hecho que ha logrado dos títulos Mundiales en el trazado nipón. Un país y un trazado que le trae buenos recuerdos en una pista complicada: “Las carreras son siempre exigentes por las distintas zonas horarias y las condiciones de la pista. Este año el campeonato está muy igualado, (estas carreras) serán algo más que un desafío…”.