Jake Dixon ya está preparado para su gran desafío en Moto2™

El piloto británico analiza sus aspiraciones en la categoría intermedia con el Ángel Nieto Team después de una gran evolución con la KTM

El piloto británico Jake Dixon afronta su debut como piloto permanente en Moto2™ de la mano del Ángel Nieto Team. La semana pasada volvió a subirse a la KTM con la que competirá en el Mundial y relata sus impresiones en esta entrevista. 

¿Qué has estado haciendo desde que terminó la temporada 2018?

¡No he parado! En diciembre me casé y fuimos de viaje a Kenya. Luego, volvimos a casa para Navidad, pero en cuanto llegó 2019 nos trasladamos a Valencia, donde está la sede del Ángel Nieto Team y donde hemos vivido casi mes y medio, justo hasta ahora. En Valencia he estado entrenando con Nico Terol y en ocasiones también con Albert Arenas, haciendo flat track, motocross… probando muchos estilos y muchas motos en todo este tiempo. He aprovechado al máximo el parón invernal.

Después de todo, tendrías ganas de volverte a subir a la KTM. ¿Cuál es tu valoración de este primer test de 2019?

El primer test de Jerez había sido complicado, para nosotros pero creo que también para el resto de equipos, porque todo era nuevo y era la primera vez que rodábamos con los motores de Triumph. Poco a poco vamos entendiendo la moto y voy conociendo más al equipo, y en Valencia todo ha ido mucho mejor, siento que hemos progresado constantemente durante los dos días de pruebas.

¿Estás preparado para este nuevo reto?

Sí, después de dos tests cada vez me siento más cómodo y además la moto va mejorando. El equipo está trabajando muy bien y las condiciones de la pista en Valencia fueron buenas, así que pudimos aprovechar bien el tiempo y continuar la preparación para esta temporada.

En 2019, pilotos y equipos de la categoría intermedia empiezan prácticamente de cero con el cambio de cilindrada del motor, y en tu caso también es porque vienes de otro campeonato, del British Superbike. ¿Notas muchas diferencias entre ambos?

Son muy distintos. La moto de allí era una moto de calle, convertida en una de competición. La KTM es una moto de competición directamente, fue construida para correr. Hay muchos apartados diferentes: el motor, por ejemplo, que pasa de 1000cc a 765cc, o los neumáticos. Quizá este sea uno de los mayores cambios. Me va a tocar trabajar con ellos, entender cómo funcionan y seguir adquiriendo sensaciones para ver cuánto se puede apretar. Y fuera de la pista, en el Mundial el paddock parece un lugar más tranquilo, más calmado. En el BSB había muchas carreras soporte, y aquí sí que es cierto que hay muchos fans, pero no sueles ver mucho a los pilotos, porque cada uno está centrado en su trabajo.

Tú, además, te enfrentas a diecinueve desafíos diferentes este año, diecinueve circuitos de los que realmente conoces muy pocos.

Sí, he competido en Silverstone, obviamente, pero también en Assen, en Valencia y en Jerez. En Aragón y en Cataluña rodé poco y hace muchos años… no son muchos, pero estoy preparado para lo que viene. El que tengo más ganas de conocer es el de Mugello: parece muy rápido, y además se ve que hay mucha pasión en los aficionados. Crecí viendo a Valentino Rossi y cuando era pequeño él ganó allí siete años seguidos en MotoGP, así que tengo muchas ganas de que llegue esa carrera.

¿Qué metas te marcas para este 2019 que acaba de empezar?

No me he puesto objetivos ahora mismo. En cuanto empiezas a marcarte un listón, te centras mucho en eso y se puede convertir en un problema si no consigues los resultados que necesitas. Entonces empiezas a apretar más de la cuenta, pero quizá porque la moto no está del todo en el sitio o porque tú aún no la entiendes por completo, o por cualquier otra razón, te caes, baja la confianza… Sí que puedo decir que no voy a dejar de trabajar, porque así mantendremos la progresión positiva y lucharemos por buenos objetivos a finales de temporada.