Evolución para mí significa seguir creciendo. Al final pasamos toda la vida evolucionando: desde pequeños, hasta que se acaba la vida, estamos en constante evolución. Cuando eres más pequeño evolucionas más, y así como vas creciendo ese aprendizaje se ralentiza. Yo empecé haciendo Motocross con pocos años y de ahí evolucioné a la velocidad con una moto de supermotard. De ahí seguí evolucionando y pasé a miniGP y miniGP50, luego miniGP70, de circuito pequeño evolucionamos a circuito grande como Montmeló, Catagena, Almería, Valencia, Alcarrás… Y una vez ya en circuito grande fui evolucionando cada dos o tres años al campeonato de España, al Campeonato del Mundo de Moto3™, Moto2™, MotoGP™… Este año comenzaré mi tercera temporada en la máxima categoría y sigo en constante evolución. Al final cada día voy aprendiendo cosas nuevas, cosas diferentes, las cuáles me hacen aportar más cosas al equipo, además de ayudarme a ir más rápido.
La mía ha sido una evolución ordenada. Al final es como yo he aprendido más, sin saltarme ningún paso. En el 2013, en Moto3™, me sentía preparado para subir a Moto2™, pero me quedé un año más para evolucionar más y estar 200% preparado. Para llegar a MotoGP™ he tenido que evolucionar como persona, como piloto dentro y fuera de la pista, en como expresar aquello que necesito. La experiencia que tengo ahora no es la misma que tenía en 2017, el primer año aquí. Ahora con mucha más experiencia soy capaz de dar más respuestas a Suzuki para que ellos puedan evolucionar la moto y gracias a eso me veo mucho más capaz de llegar a escenarios de los que podía en 2017.