La ilusión se ha desbordado en Hamamatsu. Suzuki vuelve a contar con las armas suficientes para pelear por todo en el Campeonato del Mundo. El triunfo de Álex Rins (Team Suzuki Ecstar) en el GP Red Bull de Las Américas ha reactivado la ilusión por aspirar a grandes metas después de culminar por todo lo alto el gran progreso de la GSX-RR.
La victoria de Rins es la tercera para Suzuki en la categoría reina en la 'era MotoGP™' y su primera en territorio americano. Todo un hito que reafirma el 'status' de Rins como un piloto llamado a marcar época en el constructor japonés.
Rins recogió el testigo de Maverick Viñales, ahora en Monster Energy Yamaha, que en 2016 se alzó vencedor en Silverstone. Hay que remontarse nueve años más atrás, en 2007, para recordar el primer triunfo de Suzuki en la 'era MotoGP™' cuando el australiano Chris Vermeulen salió vencedor de Le Mans tras una carrera pasada por agua en la que acertó de lleno al apostar por los neumáticos de lluvia.
"Ha sido una verdadera explosión de emociones", reconoció el propio Rins después de la carrera, consciente de la magnitud de su hito. El triunfo en COTA ratifica su particular historia de amor con un trazado en el que ya se alzó victorioso en el pasado con sus triunfos en Moto3™ (2013) y Moto2™ (2016).
Tres años después, su primer triunfo en MotoGP™ coloca a Rins en una nueva dimensión. Pasa a ser, por derecho propio, todo un aspirante al título a tener muy en cuenta. En estos momentos, de hecho, ocupa la tercera posición de la clasificación general, por delante, incluso, de Marc Márquez (Repsol Honda Team) y a solo 5 puntos del líder, Andrea Dovizioso (Mission Winnow Ducati).
Su impacto, sin embargo, va más allá. La 92ª victoria de Suzuki en la categoría reina evoca las mejores épocas de un constructor que ansía reverdecer viejos laureles. Desde los tiempos de Kevin Schwantz ninguno de sus pilotos, con permiso de Kenny Roberts Jr -campeón en el 2000-, ha amagado con tener tanto recorrido con el que dejar huella en la élite del Campeonato del Mundo a base de victorias y de un pilotaje tan característico.
Títulos al margen, pocos pilotos han dejado una huella tan marcada como Kevin Schwantz, por su pilotaje único y por sus célebres batallas con colosos de la época como Wayne Rainey, Eddie Lawson o Wayne Gardner. Sus 25 victorias avalan una laureada trayectoria marcada por su fidelidad a Suzuki. ¿Será Rins su digno heredero en MotoGP™?