Hace 60 años, Soichiro Honda llegó a la Isla de Man con su equipo para competir en la carrera de 125cc del TT. Aunque regresaron a casa con el triunfo por equipos, nadie que presenciara su debut en el Campeonato del Mundo pudo imaginar la estampa que se vivió en el pit lane de Le Mans el pasado domingo.
Just part of the story to 300!
— Repsol Honda Team (@HRC_MotoGP) 19 de mayo de 2019
It began in 1966 with the RC181, continuing with the NS500, NSR500, RC211V, RC213V and now the RC213V.
Thank you to the engineers, team members and the 31 riders who have helped us achieve an incredible mile stone. ???????????? pic.twitter.com/8JrqHcICMo
Mientras Marc Márquez celebraba su victoria nº 47 en la categoría reina, con su característica alegría, y el Team Manager, Alberto Puig, revisaba de forma calmada el estado de los neumáticos de la RC213V ganadora de la carrera, Honda celebraba otro hito gigantesco en su historia en la competición: su victoria número 300 en la categoría reina.
Los motores de dos tiempos de 500cc y los de cuatro tiempos de 800cc y 990cc han brindado al constructor japonés un éxito inigualable, el mejor del mundo, aunque no siempre ha sido fácil. Después de su éxito en las categorías menores, aterrizaron en la categoría de 500cc en 1966 para enfrentarse al poderío de MV Agusta y de un tal Giacomo Agostini con la poderosa combinación de los campeones del mundo Jim Redman y Mike Hailwood. Redman ganó las dos primeras citas en Hockenheim y Assen, pero su desafío, que había comenzado de forma brillante, terminó cuando se lesionó. Al año siguiente, Hailwood y Agostini terminaron igualados a puntos, pero el título fue para el italiano.
Honda se retiró de las carreras de motos para concentrar su considerable innovación técnica y financiera en el mundo del automovilismo de la Fórmula Uno. Regresaron brevemente para desafiar a las dos tiempos con la asombrosa pero no competitiva NR500 de cuatro tiempos con aquellos pistones ovalados. Entendieron que tenían que construir una dos tiempos de 500cc competitiva para desafiar el poderío de Suzuki y Yamaha y su regreso a la lucha en 1982 fue liderado por un joven estadounidense llamado Freddie Spencer en una 500cc de tres cilindros.
Qué gran elección resultó ser Spencer, que llevó a Honda a su primer título de la categoría reina en 1983 y luego reescribió los libros de historia dos años más tarde con un doble campeonato de 250cc y 500cc, una hazaña que nunca se ha repetido. Mick Doohan les brindó cinco títulos consecutivos en la década de los noventa y Valentino Rossi le tomó el relevo, tras Álex Crivillé, ganando el último campeonato de 500cc de dos tiempos y luego conquistó los dos primeros títulos de la era de los cuatro tiempos en 2002 y 2003 antes de marcharse a Yamaha.
Casey Stoner y Rossi fueron el azote de Honda en la nueva era de 800cc, pero Stoner firmó desde Ducati para llevar a Honda a su primer título de 800cc en 2011. Luego llegó Márquez y el resto es historia, con el español conquistando cinco títulos mundiales y 47 victorias en la categoría reina. Todavía hay más títulos y victorias en los Grandes Premios por venir.
Hace 60 años, Soichiro Honda llegó a la Isla de Man con un equipo de cuatro pilotos para competir en la carrera de 125cc de 176 km y cumplir un sueño. Tres de los pilotos japoneses nunca habían competido en una carrera en asfalto, pero regresaron a casa con el triunfo por equipos. Nadie en la Isla de Man se dio cuenta ese día de junio de que eso era sólo el comienzo.