Maverick Viñales (Monster Energy Yamaha MotoGP) y Francesco Bagnaia (Pramac Racing), que ya habían subido al podio en la primera Carrera Virtual que conquistó Alex Márquez (Repsol Honda Team) en Mugello, volvieron a cobrar protagonismo este domingo con una actuación sencillamente brillante en el trazado virtual de Red Bull Ring con motivo del segundo #StayAtHomeGP.
Ambos hicieron valer su experiencia previa y sacaron partido de cierta dosis de fortuna para beneficiarse de un comienzo de carrera un tanto caótico tras un 'crash' múltiple que les permitió abrir brecha en cabeza. Bagnaia fue el encargado de tirar del carro durante 5 vueltas, hasta que Maverick dio el primer hachazo para presentar candidatura a todo.
Sin embargo, cuando parecía tenerlo todo bajo control, el de Roses se fue al suelo en la séptima vuelta mientras rodaba en cabeza. "Estaba apretando mucho y desafortunadamente perdí el tren delantero", explicó Maverick. El catalán, pese al varapalo, reaccionó a tiempo y compensaría su error rápidamente encadenando grandes vueltas. "Mi neumático trasero empezaba a calentarse demasiado... Intenté mantenerme delante de él, pero no tenía más agarre", valoró Bagnaia al respecto.
Los temores del italiano se confirmarían con el paso de las curvas, ya que Maverick apretaría y, tan solo una vuelta después, 'Pecco' se asomó al abismo al sufrir una aparatosa colada en la primera curva de la octava vuelta que le obligó a rodar varios metros por la hierba, permitiendo a 'Top Gun' recuperar un valioso tiempo. La carrera volvía a estar abierta de nuevo.
Con la moral recuperada tras su caída anterior, Viñales echó el resto hasta el final, aunque no le bastó para superar a un Bagnaia muy sólido después de sendos adelantamientos entre ambos mediada la última vuelta. El piloto de Yamaha, de hecho, estuvo a punto de irse al suelo en la última curva después de perder ligeramente el control de su M1 sobre el último piano del circuito austríaco tras un último sector a ritmo de vértigo siguiendo la estela de su rival. Un acoso y derribo que no tuvo recompensa, al menos en clave de victoria.
Maverick lamentó que su caída mermó en buena medida sus aspiraciones, pese a que se exprimió al máximo para poner en apuros a Bagnaia, finalizando a tan solo 74 milésimas tras las pequeñas penalizaciones aplicadas a ambos. "De todos modos, fue muy divertido, la pelea fue muy agradable. Sentí emociones similares a las de la vida real. ¡Y es un resultado que está muy bien para un circuito como el de Austria!", analizó el español, que quizá buscará su 'vendetta' particular en el futuro.
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