McWilliams y Rossi, punto de inflexión en 'Superbike Island'

Nick Harris rememora la carrera de 500cc del GP de Gran Bretaña del año 2000, que cambió la mentalidad de los aficionados británicos

Hace 20 años, Jeremy McWilliams calificó a Gran Bretaña como 'Superbike Island' y no andaba muy equivocado. La escasa afluencia de espectadores en la grada con vistas a los tramos de Craner Curves y Old Hairpin de Donington Park lo decía todo. Dos décadas antes de la llegada del coronavirus, no se trataba de un caso de distanciamiento social, sino más bien de que no había mucha gente -18.500 espectadores para ser exactos- interesada en presenciar el Gran Premio de Gran Bretaña.

La admiración por Barry Sheene en los setenta se había transferido tiempo después a un Carl Fogarty que haría historia en WorldSBK. Las multitudes abarrotaban Brands Hatch para apoyar a su héroe en su camino hacia cuatro títulos mundiales, mientras que MotoGP™ luchaba por atraer a un cuarto del aforo de Donington, pero ese Gran Premio Cinzano de Gran Bretaña del año 2000 fue un punto de inflexión.

Hace veinte años, un caballero de brillante armadura cabalgó al rescate en Donington y nunca hemos vuelto a mirar atrás. Equipado con mono amarillo y blanco, un aro en la oreja, un casco extravagante y luciendo el número 46 en su máquina de 500cc de dos tiempos y cuatro cilindros, un italiano de 21 años patrocinado por un gigante cervecero dio un vuelco a este deporte con su primera victoria en la categoría reina.

Jeremy Mc Williams, 2000

Tras aquel triunfo llegarían 88 victorias más en la máxima cilindrada del Campeonato del Mundo, otras 4 de ellas precisamente en Donington, y la friolera de siete títulos mundiales de la categoría reina que convertirían a Valentino Rossi en el nuevo héroe de los aficionados británicos. Curiosamente, su padre, Graziano, era un gran amigo de Barry Sheene y fue su hijo el que heredó el rol icónico de Sheene.

En una típica tarde húmeda de verano británico, Rossi, a lomos de la Honda NSR, aceptó el desafío de luchar contra el que a la postre sería campeón mundial ese año, Kenny Roberts, y McWilliams en una carrera a 30 vueltas. 'Vale' celebró el éxito con un inconfundible estilo en el podio, aunque los aficionados británicos ya habían probado sus excentricidades. Tres años antes se vistió como el mítico bandido local Robin Hood, con sombrero incluido, después de ganar la carrera de 125cc de camino al título mundial. Rossi ganó un GP más en el 2000 en Río. La conquista de los títulos comenzaría a fraguarse a partir de 2001.

Valentino Rossi, 2000

Los aficionados en Gran Bretaña certificaron el cambio de ciclo, ya que Rossi arrasó en todo el mundo dentro y fuera de la pista. En los circuitos ganó cinco títulos consecutivos de la categoría reina, dominando el cambio a las cuatro tiempos y conduciendo a Yamaha a su primer título de la categoría reina en 12 años. Fuera de la pista colocó el deporte donde nunca antes había estado. Los medios de comunicación no se cansaban de hablar de él, su rostro apareció en las primeras y últimas páginas de los periódicos de todo el mundo y el joven piloto italiano pronto se convirtió en todo un icono del deporte.

Rossi pudo haber sido el nuevo héroe, pero Jeremy McWilliams también jugó su papel incluyendo el comentario sobre la 'Superbike Island'. Terminó 3º en aquel Gran Premio de Gran Bretaña de 2000 finalizando con su Aprilia a menos de un segundo de Valentino. Un año más tarde, ganó la carrera de 250cc en Assen, convirtiéndose en el primer británico que ganaba una carrera tras 15 años. Muchos años después, tanto Rossi como McWilliams siguen compitiendo hoy en día.

Puede que no hubiera tanta gente en Donington hace 20 años, pero los fieles seguidores que hicieron el esfuerzo se vieron recompensados al ser testigos de la historia que estaba por llegar. Todavía les dicen a sus hijos y nietos: 'yo estuve allí'.

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