Hacer la cola fuera del supermercado bajo la lluvia con la mascarilla puesta será pan comido este domingo. Escucha tu voz interior recordando un Gran Premio e imagínate disfrutando en directo de MotoGP™. Por fin, el fin de semana volverá de lleno a una especia de normalidad veraniega.
Como ocurre con otros deportes que ya han vuelto a la acción, MotoGP™ será diferente en todo, pero en realidad lo que realmente importa es lo que ocurre en la pista. No habrá multitudes, tendremos pocas ceremonias y celebraciones, pero esto no debería deslucir en absoluto el espectáculo. Algunos comentaristas de televisión trabajarán desde sus bases, lo cual no es diferente a como siempre lo han visto y comentado desde la pantalla de televisión.
El fútbol parecía plano al principio sin el ruido de la afición o incluso con reacciones virtuales del público, que me recordaron a esas risas enlatadas que añadían en los programas de humor en la televisión en los ochenta. Después de un par de semanas nos acostumbramos a ello y MotoGP™ todavía conserva el sonido más importante de todos. Nadie en el estudio presiona el botón de audio grabado en el momento apropiado o en algunos casos equivocado, simplemente abre el micrófono y deja que la gloriosa sinfonía de sonido y pasión inunde la sala. Esos motores de cuatro tiempos de altas revoluciones, los cambios de marcha arriba y abajo, el roce de las rodilleras y las coderas en el asfalto e, incluso, el rechinar del carenado cuando se comete un error volverán en Jerez.
Por supuesto, será algo surrealista cuando el sol salga temprano el domingo por la mañana sobre la ladera, normalmente abarrotada de gente, con los amantes de la fiesta que disfrutan de las vistas a las curvas de Ángel Nieto y Peluqui y descubrir un desierto vacío de arena, hierba y silencio total. Las bocinas, las banderas y la explosión de pasión y emoción cuando los gladiadores lleguen a la arena para la batalla se echarán mucho de menos, pero cuando esas luces se apaguen será como si nunca hubiéramos estado fuera durante seis largos meses.
Los comentaristas de televisión en casa encontrarán muy poca diferencia aparte de perderse algunos de esos magníficos desayunos de paddock antes de empezar a trabajar. Con la maravillosa excepción de Phillip Island, dependen totalmente de lo que ven en las pantallas. Toda la información que se requiere proviene de las televisiones con la imagen en vivo y del 'timing', aunque esto no siempre fue así.
En 1996 la BBC Radio me pidió que fuera al estudio de la majestuosa Broadcasting House en el centro de Londres para comentar en directo el Gran Premio de la República Checa de 500cc en Brno. Era el día de la Maratón de Londres y necesitaban algún comentarista para llenar los huecos mientras los corredores recorrían 45,195 km infernales. Sólo disponía de una pantalla con imágenes en vivo del magnífico circuito de Brno. Todo iba bien, con Mick Doohan liderando y su compañero de equipo en el Repsol Honda, Alex Crivillé, aferrado a su rueda trasera como una lapa. Yo sabía, y ciertamente Mick lo sabía, que Alex esperaría hasta la chicane que conduce a la recta final en la última vuelta para hacer su último movimiento. Hizo justo eso. Cuando cruzaron la línea de meta uno al lado del otro, yo no tenía ni idea, ni una pantalla de tiempos que me dijera quién había ganado. Me tomé la libertad de interpretar las celebraciones de Alex y el disgusto de Mick para asegurar que ese había sido el resultado y tenía razón, pero era una suposición total.
No hay problemas de ese tipo en Jerez. La controvertida curva 13, ahora renombrada en honor a Jorge Lorenzo, ha provocado probablemente más polémicas en las últimas vueltas que cualquier otra curva en el mundo. Con suerte, serán las pantallas de cronometraje una vez más las que nos ayuden a descubrir a los ganadores del domingo.
Vamos, os hemos echado mucho de menos y no hay mejor lugar en el mundo que Jerez para regresar por todo lo alto.