Akrapovič nació como una empresa formada por el piloto de motos esloveno Igor Akrapovič, que tuneaba sus propias motos antes de empezar a trabajar en las de los demás, ¡incluso en las de sus rivales! Esta pasión le llevó a poner en marcha su propio negocio, principalmente de escapes para motos de competición, con el que pronto se expandió hasta llegar al mercado general de las motos, así como al sector del automóvil.
Tres décadas después de su creación, la empresa opera desde dos centros de alta tecnología en Eslovenia, con más de 1.400 empleados. Su sede está en Ivančna Gorica, donde se encuentra el departamento de carreras, y todo el proceso de producción, desde la fabricación de tubos hasta el montaje final, que tiene lugar en Črnomelj.
Las carreras son una parte importante del ADN de Akrapovič. La primera victoria de la empresa en una carrera del Campeonato del Mundo la consiguió Akira Yanagawa (Kawasaki) en WorldSBK en 1997, y el primer título del Campeonato del Mundo en 2000, cuando Colin Edwards triunfó en WorldSBK con su Honda.
Entrando en MotoGP™ en 2002 y construyendo un camino para crear los escapes más codiciados de la parrilla, Akrapovič consiguió su primera victoria en la categoría reina en 2011 y ganó su primer campeonato de MotoGP™ un año después, y luego otro título en 2015. Los tres hitos fueron conseguidos por Jorge Lorenzo con la Yamaha, y el tercero supuso el título número 100 en el mundo del motor para la empresa eslovena. Esta cifra se eleva ahora a más de 140, muchos de ellos en Moto2™ y Moto3™ e incluyendo al actual campeón de MotoGP™, Joan Mir (Team Suzuki Ecstar).
Akrapovič es el único fabricante de tubos de escape que suministra sistemas de escape a los equipos de MotoGP™, Moto2™ y Moto3™, y no sólo como proveedor. También es un socio técnico, que trabaja estrechamente en la fase de desarrollo y en la colaboración continua entre ambas partes. En 2021, cinco equipos de fábrica de la parrilla de MotoGP™ usan sistemas de escape Akrapovič en sus motos.
Akrapovič lleva 30 años construyendo su patrimonio, una herencia que sigue extendiéndose y desarrollándose, gracias a la dedicación de su personal y a la pasión y creencia que invierten en ella pilotos, corredores y equipos.