Por supuesto, Marc Márquez es el Capitán América después de otra impresionante carrera en Austin que le brindó su victoria nº 84 en un Gran Premio, pero un viaje a Texas siempre me recuerda a una persona que nunca ganó uno. Apasionado, patriótico, divertido, rápido y simpático, Colin Edwards se ganó el apodo de 'Texas Tornado' (El Tornado de Texas). Colin era un personaje gigantesco en el paddock de MotoGP™ aunque nunca ganó un Gran Premio. Se le recordará más como doble campeón mundial de Superbikes que como el piloto que compitió en la mayoría de las carreras de la categoría reina sin ganar, aunque no es el único.
Ciento noventa y seis apariciones en MotoGP™, que incluyen cinco segundos puestos y siete terceros, pero luego Assen 2006 merece mención aparte. Nunca el público y la comunidad de MotoGP™, con algunas lógicas excepciones, han deseado con tanta pasión que un piloto gane su primer Gran Premio. Fue un asunto totalmente americano entre Colin, a lomos de la Yamaha Camel YZR-M1, y el que a la postre sería Campeón del Mundo, Nicky Hayden, con Repsol Honda. Todo se redujo a la famosa chicane final Jaap Timmer en la última de las 26 vueltas de una impresionante batalla.
Edwards pudo ver y acariciar la bandera a cuadros al entrar en la primera parte de la chicane por la derecha. Hayden intentó adelantarle y Edwards perdió el control, pisó la hierba y se fue al suelo. Al volver a montar, Hayden ya había amarrado una victoria que parecía ser suya. Era solo la segunda victoria de Hayden en un Gran Premio y esos cinco puntos extra por la victoria fueron exactamente la diferencia entre él y Valentino Rossi al frente de la clasificación general del Campeonato al final de la temporada. El segundo puesto en Assen habría puesto a Hayden en igualdad de puntos con Rossi, que se habría coronado como Campeón del Mundo al acumular más triunfos. Colin Edwards sabía que su gran oportunidad se había esfumado, pero no tenía ni idea en ese momento de que su caída devolvería el título mundial a Estados Unidos.
Echando la vista atrás, a menudo no puedo creer que hubiera otros pilotos que nunca ganaran Grandes Premios. El neozelandés Graeme Crosby ganó el Daytona 200 y el TT de la Isla de Man, pero nunca un Gran Premio de 500cc. En sus 29 Grandes Premios, una cifra ínfima comparada con la de Edwards, fue 2º en cuatro ocasiones y 3º en seis. 'Croz' subió al podio en más de un tercio de sus Grandes Premios pilotando tanto máquinas Suzuki como Yamaha a principios de los ochenta.
Sé que la memoria puede jugar malas pasadas, y seguramente Ron Haslam ganó un GP en sus 108 participaciones, pero no, una vez más, la respuesta es no. 'Rocket Ron' terminó 3º ocho veces y 2º una vez a mediados de los ochenta. Lo mismo ocurrió con Niall Mackenzie, con aquellos siete terceros puestos.
Un nombre que suele pasar desapercibido y que no aparece en los libros de récords, es el del francés Raymond Roche. Llegó a triunfar en el Campeonato del Mundo de Superbikes, pero antes fue 2º en cinco ocasiones y 3º en cuatro. Roche terminó 3º en el Campeonato del Mundo de 500cc de 1984, por detrás de los estadounidenses Eddie Lawson y Randy Mamola.
Todos estos pilotos han tenido ese 'momento Edwards-Assen' que nunca olvidarán. Uno de los gladiadores actuales de MotoGP™, Aleix Espargaró, compitió el pasado domingo en Austin en su 263º Gran Premio. Un total de 193 de ellos los ha disputado en la categoría de MotoGP™. Esta temporada, en Silverstone, consiguió que el equipo Aprilia subiera por primera vez al podio de MotoGP™ en la era de las cuatro tiempos. Ya había subido al podio en dos ocasiones. Fue 2º en la carrera de MotoGP™ de 2014 en Aragón pilotando la Forward Yamaha. Tres años antes, Aleix terminó 3º en la carrera de Moto2™ de Catalunya con la Kalex del equipo Pons.
A menudo, después de esa primera victoria en un Gran Premio, las siguientes llegan con mucha más regularidad, como ha demostrado 'Pecco' Bagnaia este año. No hay ninguna duda de que pilotos como Edwards, Crosby, Haslam, Mackenzie y Roche se merecían al menos una victoria en un GP para premiar sus considerables esfuerzos. No creo que nadie en el paddock les haya negado un lugar en el escalón más alto del podio al menos una vez. Creo que esto es válido para la comunidad de MotoGP™ de hoy en día, mientras Aleix Espargaró se esfuerza por conseguir esa primera y esquiva victoria.