David Alonso fue galardonado con la membresía a un club sudamericano muy exclusivo el domingo del Gran Premio de Japón. El colombiano de 18 años se unió a las leyendas Carlos Lavado y Johnny Cecotto como los únicos pilotos sudamericanos en ganar un título mundial en los 75 años de historia del Campeonato del Mundo de Grandes Premios. La décima victoria de la temporada del piloto de CFMoto en Motegi le otorgó el título mundial de Moto3™ con todavía cuatro rondas restantes. Es solo el cuarto título mundial sudamericano, y ha sido una larga espera desde que dos pilotos venezolanos ganaron sus respectivas coronas.
El carismático Carlos Lavado ganó el último de sus dos títulos de 250 cc en 1986, tres años después de su primer título. El piloto de Yamaha ganó 17 Grandes Premios tras terminar segundo en su Gran Premio de casa en San Carlos en 1978. Lavado también ganó dos Grandes Premios de 350 cc en Sudamérica: una famosa victoria en casa en el Gran Premio de Venezuela en 1979 y tres años después en Argentina. Su compatriota Cecotto ganó el título mundial de 350 cc en 1975. Ganó nueve Grandes Premios antes de pasar a la categoría de 500 cc. Ganó tres Grandes Premios en la categoría reina y fue tercero en el Campeonato del Mundo de 1978, el mejor resultado en la categoría reina para un piloto sudamericano. Tras retirarse del motociclismo, Cecotto tuvo una exitosa carrera en el automovilismo.
El brasileño Alex Barros participó en 245 Grandes Premios de la categoría reina y terminó cuarto en el Campeonato del Mundo en cuatro ocasiones. Ganó siete Grandes Premios, comenzando en Jarama en 1993 con la Suzuki de 500 cc, y finalizando en Estoril en 2005 con la Honda RCV 211 V cuatro tiempos. Motegi me recordó a la primera carrera de Barros con la Honda V-5 de cuatro tiempos cuando venció a Valentino Rossi en 2002. Repitió esa victoria en la última ronda en Valencia ese mismo año.
En el extremo opuesto del tiempo, también recuerdo, como adolescente, seguir las hazañas del argentino Benedicto Caldarella en los años sesenta. Tuvo la audacia de liderar a mi héroe Mike Hailwood en el primer Gran Premio de Estados Unidos en Daytona montando una Gilera de 500 cc en 1964. Dos años antes, ganó el Gran Premio de Argentina en Buenos Aires. Muchos de los pilotos europeos no viajaban a Sudamérica, y Caldarella, montando una Matchless, fue un cómodo ganador, doblando cinco veces al cuarto clasificado. Caldarella terminó segundo detrás de Hailwood en el Gran Premio de las Naciones en Monza en 1964, dando a Gilera su último podio de 500 cc.
El argentino Sebastián Porto tuvo la mala suerte de enfrentarse a la estrella emergente Dani Pedrosa en el Campeonato del Mundo de 250 cc en 2004. Finalmente, terminó segundo en la lucha por el título detrás de Pedrosa, quien había ganado el título mundial de 125 cc el año anterior. Porto ganó cinco Grandes Premios esa temporada tras su primera victoria en el Campeonato del Mundo el año anterior en Río. El venezolano Iván Palazzese terminó tercero en el Campeonato del Mundo de 125 cc en 1982 tras victorias en Finlandia y Suecia. Subió a la categoría de 250 cc, pero trágicamente perdió la vida en un accidente en la primera vuelta en Hockenheim en 1989.
Entonces, ¿qué le depara el futuro a Alonso, quien ya ha escrito muchas páginas en los libros de historia? Es el primer piloto colombiano en ganar un título mundial y el primero en subir al escalón más alto del podio en Silverstone en 2023. Alonso ha ganado 14 Grandes Premios de Moto3™, más que cualquier otro piloto en la categoría ligera. Estoy seguro de que ese vibrante continente sudamericano sabría cómo celebrar a su primer Campeón del Mundo de MotoGP™. Aún queda un largo camino, pero Alonso ya ha comenzado la fiesta.