Fue el momento de la carrera. Johann Zarco (Monster Yamaha Tech3) y Marc Márquez (Repsol Honda Team) se tocaron al final de la recta principal, antes de entrar en la curva 1 de Phillip Island. El francés salía del rebufo de Jack Miller en la recta y se echó encima del de Cervera, que no pudo esquivarlo al no verlo venir. Todo acabó con la Yamaha destrozada y por los suelos y con la parte trasera de la Honda (en especial la suspensión) hecha añicos. Ambos concuerdan en sus puntos de vista:
Zarco admite que ha sido una acción peligrosa, pero que es parte de las carreras: “Estoy bien, no me he roto nada, solo me duele un poco el hombro. He hablado con Marc y lo ha entendido: yo iba al rebufo de Miller y he llegado muy rápido, más que en otras vueltas. Hemos comentado que ha sido un incidente de carrera, tras un comienzo de carrera con mucha intensidad. Es salido muy agresivo, pero es necesario porque sino, no puedes hacer nada. Es una pena porque veía que la Yamaha iba bien aquí”.
Márquez se mostró muy enfadado nada más bajarse de la moto, pero, una vez llegó al box, analizó lo ocurrido y se dio cuenta de que fue un lance de carrera: “Justo después, estaba muy cabreado porque me encontraba fuerte y podía luchar por la victoria al final. He salido mal, pero he ido remontando hasta situarme primero, después en la curva 1 me he ido largo y he dejado que me pasaran para ver cómo iban. Así son las carreras, cuando estamos todos tan cerca, puede pasar esto. Con el rebufo, parece que la moto de delante te absorbe y tienes que frenar un poco antes. No me ha sorprendido la victoria de Maverick. Aquí han ido bien: lo que sorprende es que no hayan ganado antes. Es bueno que Yamaha haya ganado una carrera, así, diferentes constructores delante”.
Andrea Iannone vivió el incidente de primera mano y admitió que pasó miedo: “He frenado muy tarde para no tocar la Yamaha de Zarco. Me ha dado miedo porque ha sido una caída muy peligrosa. Estoy contento porque Marc y Johann están bien”.