Marc Márquez (Repsol Honda Team) es insaciable. Sus números en 2019 asustan. Dejando de lado su abandono en Austin tras una caída cuando lideraba la carrera, el de Cervera solo ha cedido 15 puntos en las 8 carreras restantes en juego, ya que ha ganado 5 y ha sido 2º en otras 3. Un inicio demoledor.
¿Se pueden mejorar unos registros casi perfectos? Para Márquez, que acumuló 9 victorias y 321 puntos en 2018, nada es suficiente. Está dispuesto a todo para conquistar su sexta corona de la categoría reina y sus cifras con la RC213V pueden volver a ser de otra dimensión.
Si no hubiera sido por un descuido en el Circuito de las Américas, una pista en la que lideró la carrera durante las primeras 8 vueltas, el piloto de 26 años acumularía un total de 6 victorias en 9 carreras, con un asombroso balance global de 210 puntos de un total de 225 posibles.
No pudo ser, pero, en el fondo, tampoco tiene gran importancia. Su sólida victoria en Sachsenring permitió a Márquez afrontar el parón estival con una cómoda renta de 58 puntos sobre el segundo clasificado, Andrea Dovizioso (Ducati Team). Con 185 puntos en su haber, Márquez se encuentra en una posición privilegiada para encarar el segundo tramo de la temporada con totales garantías.
Además de su clásico pilotaje al límite, frenadas de vértigo y adelantamientos vertiginosos, Marc ha añadido un nuevo punto fuerte a su repertorio: las fugas en cabeza. Sus victorias en Argentina, Jerez y Alemania fueron un éxito implacable. De principio a fin. Sus rivales, de hecho, sólo pudieron conservar el liderato en Francia y Catalunya durante un total de 3 vueltas. Curiosamente, la llegada de Jorge Lorenzo a Repsol Honda ha provocado que su nuevo compañero adopte su mítica táctica de las escapadas.
El deseo por tener un camino despejado por delante se debe, en cierta medida, a la búsqueda de nuevos planteamientos a la hora de competir contra el resto. "A veces hay que encontrar estrategias diferentes de cara a los rivales", aseguró Marc en Le Mans. "Si no, todos esperan lo mismo. Cuando alguien está probando algo nuevo y en algunas carreras empieza a apretar desde el principio y en otras empieza a gestionar el neumático, no sabes si está sufriendo o apretando... no sabrán lo que vas a hacer", detalló.
La nueva estrategia también proviene de la necesidad de refrigerar el neumático delantero. En años anteriores, la RC213V de Honda exigía a sus pilotos que frenaran lo más tarde posible. La llegada de Lorenzo ha provocado un replanteamiento. Con un motor muy mejorado, que cuenta con mayor potencia en las marchas más bajas y una mayor velocidad punta, Márquez no frena tan tarde ni de forma tan agresiva.
En cambio, puede recurrir a una alta velocidad en las curvas, a unos ángulos de inclinación imposibles y a la aceleración al salir de las curvas para marcar la diferencia. Todo ello sin tener que comprometer en exceso a su neumático delantero, ya que ha podido seleccionar opciones más suaves para el delantero Michelin, algo que no era posible en años anteriores.
Cualquiera diría que parece fácil. Lo cierto es que Márquez hace que lo parezca. Basta con observar las dificultades de Cal Crutchlow (9º en la clasificación, 67 puntos) o el propio Lorenzo (16º con 19 puntos) durante los primeros meses del año para entender que la RC213V de 2019 no es tan fácil de pilotar.
"Puedo ver en los datos cómo lo hace Marc, pero nadie más puede hacerlo; es tan sencillo como eso", admitió con franqueza Crutchlow sobre la técnica de su compañero de Honda. "La entrada, el ángulo de inclinación que consigue sobre la moto y la forma en que controla los frenos delanteros y traseros… es bastante especial".
HRC, por su parte, no se detiene. El piloto de pruebas Stefan Bradl pilotó en Jerez con un nuevo chasis reforzado con carbono, una moto que Márquez probó al día siguiente. Ese era "un nuevo concepto", aseguró. Otro nuevo chasis también estuvo disponible en el test post-GP de Catalunya en junio. Estuvo presente en el box de Márquez en el Gran Premio de Alemania. Y aunque no corrió con él, el renovado cuadro es una mejora con respecto a lo que ha trabajado desde marzo.
El de Cervera es consciente que el paquete apenas ha variado en los últimos meses, pero también que una mejora en el chasis puede acabar de marcar las diferencias en una temporada que tiene muy a su favor. La genialidad de Marc está fuera de toda duda, aunque su inconformismo va camino de proyectarlo a un nivel nunca visto.