Suzuki llevó a cabo muchas pruebas durante el Test Oficial de Qatar con muchas piezas nuevas, algunas de las cuales no eran fácilmente visibles. Lo que sí confirmaron fue el testeo de nuevos motores para 2022, nuevos chasis y piezas, nueva aerodinámica y electrónica.
Tras el Test Oficial de Qatar mi sensación es que no ha cambiado mucho el 'ADN' de la Suzuki campeona de los últimos años, y es comprensible. Por ejemplo, el año pasado su máquina no brillaba por su velocidad a una vuelta lanzada, en cambio, tras la pretemporada Joan Mir (Team Suzuki Ecstar) parecía haber dado un pequeño paso adelante en ese aspecto. El tiempo lo dirá.
En general, creo que Suzuki está trabajando en la base de lo que realmente cuenta: la carrera y el Campeonato. Pero eso no significa que crea que no lo harán bien en la primera carrera en Qatar. De hecho, si la carrera hubiese sido al día siguiente del Test Oficial de Qatar habría apostado (en sentido figurado) por una Suzuki en el podio. Pero no fue así y todos han tenido más tiempo para mejorar.
Hasta ahora las Suzuki no han demostrado tener una gran velocidad con los neumáticos nuevos, pero en cuanto llevan media docena de vueltas empiezan a ser muy competitivas. Como pasó durante la temporada 2020, cuando las Suzuki dan un gran número de vueltas su neumático trasero llega al pitlane con mejor aspecto que cualquiera de los neumáticos de las máquinas de sus rivales -tras un número similar de vueltas-.
¿Y la salida? Suzuki es el único fabricante que no tiene un dispositivo de arranque trasero, y que solo utiliza un dispositivo de arranque delantero. Aun así, todas las salidas en entrenamientos que vi de los pilotos del Team Suzuki Ecstar, Mir y Rins, y del piloto probador Sylvain Guintoli fueron muy buenas y muy consistentes.
Por todo ello, creo que si los pilotos de Suzuki son capaces de mantenerse cerca del grupo delantero hasta mitad de carrera en Qatar, al final, serán una amenaza para el podio o incluso para la victoria.
Las Suzuki y sus pilotos pueden llegar a ser increíblemente consistentes desde la primera vuelta hasta que cae la bandera a cuadros, y este hecho por sí solo ya es suficiente para infundir miedo a cualquier rival.