¿Por qué fue tan clave el test de Portimao para Márquez?

Hace apenas un mes, el octocampeón se puso a prueba con la RC213V-S en tierras portuguesas. Repasamos la importancia de aquella jornada

El pasado sábado 10 de abril por la mañana se hizo oficial la noticia más esperada en el universo MotoGP™: Marc Márquez (Repsol Honda Team) recibía luz verde de los médicos que le operaron para disputar el Gran Premio 888 de Portugal, que se celebrará el próximo fin de semana en el Autódromo Internacional del Algarve.

El reto, en todo caso, sigue siendo grande, en muchos sentidos. Por un lado, porque desde el 25 de julio de 2020, el ocho veces Campeón del Mundo no se ha subido a la RC213V en ninguna sesión. El '93', que acababa de ser operado de su húmero derecho, intentó probarse en la FP3 del GP de Andalucía posterior a su lesión, pero se vio obligado a abandonar. Lo peor estaba por llegar, ya que el de Cervera acabaría pasando por el quirófano en otras dos ocasiones. Después de un largo parón, todo haría pensar que a Marc le llevará algún tiempo readaptarse a su moto, aunque con el '93' ya estamos habituados a las sorpresas.

A dicha circunstancia hay que añadir un factor muy importante y que pone en valor la importancia del reciente test llevado a cabo por Marc en Portimao. A diferencia de sus rivales, el catalán nunca ha competido en esta pista, al menos en lo que se refiere a un fin de semana de competición. El motivo resulta obvio: el circuito fue inaugurado en 2008 y, por aquel entonces, el mayor de los Márquez ya daba sus primeros pasos en 125cc en el Campeonato del Mundo. El trazado, de hecho, no se incluyó en el calendario del Mundial hasta el año pasado, con una 'season finale' que el de Cervera se perdió por su convalecencia.

 

En cuanto se le permitió intensificar sus entrenamientos el pasado mes de marzo, el '93' no perdió el tiempo, primero con minimotos y luego con una jornada de test en el Circuit de Barcelona - Catalunya. Poco después, cambió el rumbo para desviarse hacia tierras portuguesas. Llegaba el turno de probarse en Portimao, también con la RC213V-S -una variante modelo de carretera de la RC213V- que ya había utilizado en el circuito catalán. De este modo, el octocampeón pudo tomar la medida al trazado que le permitirá volverá a competir en la escena mundialista 9 meses después de su lesión.

Aquel test, sin embargo, no supuso la primera toma de contacto de Marc con el Autódromo Internacional del Algarve. Hay que remontarse a 2012 para ello, en su última campaña en el Campeonato del Mundo de Moto2™, que a la postre le reportaría el título, con unos test privados en pleno mes de julio. El de Cervera trabajó entonces durante 3 jornadas para testear el nuevo material implementado por Suter en su moto y completó un total de 211 vueltas, prácticamente 1000 km de rodaje.

Al margen de las conclusiones del propio test, Márquez ya advirtió entonces de la complejidad del trazado de Portimao: "El primer día fue más de adaptación y me costó un poco, ya que el circuito tiene muchos cambios de rasante, subidas y bajadas, y también muchos baches, que para la puesta a punto complican un poco las cosas". Con la lección aprendida y su conocimiento del circuito totalmente apuntalado tras el reciente test privado, Marc llega con mayor confianza en su regreso a la acción. La reciente visita a Portimao le habrá permitido encarar con optimismo el esperado Gran Premio 888 de Portugal. ¡Bendito test!